El golpe del Betis con Amrabat: quita un fichaje objetivo del Sevilla el último día

SevillaEsto es una opinión, por si alguno tiene dudas. Bomba final del Betis en el mercado de fichajes. Y no sólo por el nombre del jugador, sino también por un movimiento final que ha podido escocer en el Sevilla, su eterno rival. Porque Sofyan Amrabat ha pasado de ser un objetivo de los nervionenses a un jugador por derecho para Manuel Pellegrini. Unas últimas horas frenéticas para cambiar el barrio de Nervión por Heliópolis, y este año también La Cartuja. En el Betis, después de hacer oficial el fichaje de Antony, el culebrón del verano con final feliz, deslizaron con sonrisas variadas que todavía faltaba un regalito más. Nadie abrió la boca, como tampoco lo habían hecho días atrás. Nadie filtró el nombre, porque ese nombre, el de Amrabat, estaba asociado, y muy unido, al Sevilla. Un fichaje para los sevillistas en el caso de varias salidas el último día. Pero no. Al final fue un fichaje del Betis. Lo digo aquí: un buen golpe. Este movimiento hubiera pasado al revés hace unos años. Con el Sevilla grande y un Betis menor, los jugadores elegían ir al Sevilla. Era lógico. No voy a entrar en si uno ha ganado muchos títulos y el otro no. Los datos están ahí. Pero lo cierto ahora es que más fácil ver a buenos jugadores fichar por el Betis que por el Sevilla. Lo de este verano ha vuelto a ser un ejemplo de lo que digo. Y, por supuesto, que la gente se enfada. Fichar a buenos jugadores como Amrabat (o como Antony) te permite dar un salto y lograr mejores resultados. Pero el fútbol es tan caprichoso que a veces, pocas, pero las hay, equipos con peores jugadores quedan por encima de otros con más dinero y mejor plantilla. Lo normal es que el Betis quede por encima del Sevilla. Yo digo que debería quedar entre los seis primeros y pelear de verdad la cuarta plaza. El sueño de la Champions este año debe ser una realidad. Así lo quieren en el club. Igual que digo que el Sevilla debe pelear por salvarse y veo al equipo rondando del 12 al 15. Sin dinero todo es más complicado, por supuesto.