Entre la prisa y la ansiedad: el principal problema del Sevilla, en imágenes

Mendilibar reconoce que su equipo sigue con problemas
"Nos falta estar más juntos, las líneas más unidas"
Ya nadie quiere a Mendilibar
SevillaRitmo no puede ser sinónimo de precipitación y frenético no puede ser ansioso. El Sevilla continúa sin asentarse en este curso y este pasado miércoles arrancó en la Champions League con un insuficiente empate (1-1) que, aunque Mendilibar intentó justificar en sala de prensa, vuelve a despertar fantasmas alrededor de su equipo. Los números, por el momento, no son buenos y las sensaciones se alejan, poco a poco, de las vividas el pasado curso: entre la prisa y la ansiedad, los de Nervión van dejando pasar oportunidades. Un inicio notable, un desarrollo para olvidar. El Sevilla arrancó la cita de este miércoles ante el Lens con ritmo, con presión y con el gol de Lucas Ocampos tras un córner. Los ingredientes parecían estar sobre el campo y la receta, por el momento, funcionaba a la perfección. Todo cambió pasados los 20'. El error de Dmitrovic, que viene precedido de una serie de fallos en la presión-recuperación del equipo, en el gol del Lens bloqueó a los sevillistas y les sumergió, otra vez, en una mezcla de prisas y ansiedad que no ayudó en demasía.
Las prisas por llegar al vacío
Mendilibar tiene clarísima su receta: líneas juntitas, presión alta y llegadas al área vía extremos. Sin embargo, tal y como él mismo admitió en sala de prensa este pasado jueves, el equipo no está tan junto como a él le gustaría, acaba rompiéndose y, como consecuencia, acaba convirtiendo los encuentros en un auténtico lanzamiento al azar: ni llega en defensa, ni llega en ataque. En ataque, por ejemplo, son repetidas las acciones en las que el centrador, sea por derecha o por izquierda, apenas tiene un par de opciones en el área y un Sow que, normalmente, llegaba tarde al remate o cuando el balón ya le habría sobrepasado.


Al final del encuentro, la situación incluso empeoró, ya que el lógico cansancio llevó a varias acciones a Lukebakio a atacar prácticamente solo, llegando por banda y encontrando solo a Mariano en el área.

La dificultad para volver atrás
En defensa la cosa tampoco mejoró. Con el equipo empeñado en correr, en centrar cuanto antes e intentar encontrar un gol prácticamente imposible, la precipitación llevaba al equipo a correr en demasía... y casi siempre sin balón. Tan rápido intentaban incorporarse los jugadores desde atrás, tan rápido debían correr detrás de pases sencillos del Lens que superaban líneas de presión sin apenas impedimento.

Verticalizar para el Lens era súmamente sencillo, teniendo en cuenta que podían superar las primeras líneas de presión fácil y encontraban a Wahi ante Ramos o Gudelj y atacando a sus espaldas con velocidad.



El Sevilla de Mendilibar necesita juntarse si realmente quiere volver a ser competitivo. El técnico lo sabe, lo tiene claro, pero deberán ser sus jugadores los que, en el césped, consigan realizarlo.