Hola don 'huevito', hola don Youssef

Por fin, por primera vez en toda LaLiga, el Sevilla tuvo una tarde tranquila, una victoria plácida, un partido sencillo. Ganó al Elche con toda solvencia gracias a la efectividad de Youssef En-Nesyri y a las apariciones trascendentales del 'Huevo' Acuña, que desde que ha vuelto del Mundial es decisivo en el Sevilla. Dos goles del marroquí y otro del argentino, que además dio una asistencia, fueron los que proporcionaron estos tres puntos en el duelo contado en ElDesmarque. Puntos que, por primera vez en casi toda la temporada, dejan al Sevilla en una situación tranquila en la clasificación justo en el ecuador del campeonato. Lo que será el Sevilla de aquí al final del curso no se sabe con certeza. Pero sí se sabe lo que es el Sevilla en este arranque de 2023. Y es algo bastante mejorado a lo que acabó el año pasado. Hay funcionamientos de equipo, hay recuperaciones de talento individual, hay un mejor tono físico, hay una idea mejor ejecutada. Con todo ello hay más opciones de que partidos como el del Elche se te pongan de cara, ya sea porque el conjunto nervionense sea capaz de abrir el marcador, como hizo, ya sea porque provoca situaciones que decanten el partido, en este caso como la expulsión, polémica, de Bigas, antes de que llegaran el 2-0 y el 3-0, ya definitivos para que el partido muriera casi 45 minutos antes del final. Y gracias, dirían los aficionados sevillistas, que pudieron vivir un partido con paz y calma por primera vez en toda la temporada.

Una mejoría con continuidad

El Sevilla venía mostrando en las últimas semanas cierta mejoría. Mejoría física, mejoría de juego, más dinamismo, más combinación. Es verdad que por medio estuvo el palo de Girona y la derrota en la prórroga en la Copa ante Osasuna, pero este 2023 lo había afrontado de mejor forma el equipo de Sampaoli. Esa mejoría se había trasladado a jugadores concretos. Evidentemente Acuña ha vuelto. Su versión post mundial es mejor que la previa, y no tiene por qué llevar implícita esta afirmación ninguna crítica. Y qué decir de las versiones de En Nesyri, que esta semana ha hecho tres goles, más que en tres meses con la camiseta nervionense. Esa conexión entre el argentino y el marroquí abrió el marcador ante el Elche con un magnífico pase y un portentoso salto y remate del africano que abrió el marcador. Antes había salvado Bono una acción comprometida ante Boyé, pero lo destacable de este Sevilla remozado es que fue de nuevo a buscar el partido y lo encontró. Incorporando jugadores en ataque se ganan rechaces, posiciones de remate, como en el 1-0. Manteniendo la intensidad en la presión, la concentración y un mejor tono físico se aprovechan errores del rival, se saca jugo de ellos, como en la roja, bastante comprometida y polémica, dicho sea de paso que provocó un buen Suso. Con dinamismo, llegada y segunda línea se ganan jugadas y remates, como en el 2-0 ya ante diez. Y con concentración, intensidad y fe se agotan las acciones hasta el descuento para que la calidad aflore, por fin, en un pase magnífico de Suso y hasta aparezca la efectividad de En Nesyri, que remató el primer tiempo con el 3-0.

Monopolio, cambios y consideración

La segunda mitad fue una mezcla entre el monopolio de la posesión sevillista, entre la dosificación de fuerzas tanto por los cambios como por el ritmo del partido y la condescendencia con un rival en inferioridad numérica sin nada que hacer en el partido y casi en la temporada, porque el Elche está ya desahuciado y su descenso parece imposible evitar. Sirvieron los minutos para que reapareciera el Papu y para que la afición cantara a pulmón y ánimo lleno. Cierra una primera vuelta nefasta el Sevilla al menos con algo de dulzor en el paladar y con algo de optimismo viendo la mejoría en juego y resultados del equipo de Sampaoli.