Los valencianistas Raúl Jiménez y Pablo López ya están en cuartos del Mundial
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Raúl, muy tapado, nada pudo hacer en el gol de Japón
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Pablo jugó la primera hora de partido
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Alemania o Estados Unidos será su rival
La Selección Española Sub 17, con el meta Raúl Jiménez y el extremo zurdo Pablo López del Valencia ya está en cuartos de final del Mundial tras ganar a Japón por 2-1 y espera rival, que saldrá del vencedor del Alemania - Estados Unidos de este martes. Los dos valencianistas fueron titulares. El cancerbero, una de las joyas de la Academia, y el atacante son indiscutibles y se mantuvieron juntos en el césped hasta el 60, momento en el que el extremo agotado dejó su sitio a un compañero. .
La Selección española logró el pase a los cuartos de final del Mundial sub-17 de Indonesia tras imponerse a Japón, clasificada como tercera de grupo en la anterior fase. Los de José Lana se adueñaron rápido del partido, haciéndose cargo del balón y de la mayoría de los ataques. Los nipones, por su parte, siguieron el plan que tantas hemos visto en su categoría absoluta: trabajo en bloque y un gran esfuerzo físico con carreras de lado a lado del campo.
Pero apenas pasaban ocho minutos de partido cuando el combinado nacional rompía el empate a cero. Juan Hernández pasaba desde la izquierda a uno de sus compañeros, que no conseguía controlar. Daba igual, ya que el efecto era el mismo que si la hubiera dejado pasar, pillando a contrapié a la zaga rival mientras Quim Junyent recogía el cuero, recortaba al jugador que le encimaba y batía a Goto.
Raúl Jiménez, tapado, no pudo hacer nada en el gol de Japón
Sin embargo, antes del descanso llegaría el susto, cuando a Nawata le salía un gran disparo con efecto que entraba pegado al palo. Tras la reanudación, tocaba sufrir para remontar, pero siempre dominando los ritmos del partido. Raúl Jiménez, tapado por su defensa, nada pudo hacer para evitar el gol.
A los setenta minutos de encuentro Paulo Iago remataba un balón a la cruceta de la meta japonesa, presagio de que el gol estaba cerca. Y apenas cuatro minutos más tarde, un pase mágico en profundidad de Quim Junyent aterrizaba en los pies de Marc Guiu, al que lo le temblaba el pulso para resolver el mano a mano con el guardameta. Curiosamente habían marcado los mismos goleadores del debut mundialístico.
