Un jugador que aún se recuerda en el Sánchez-Pizjuán. Nico Pareja llegó al Sevilla en el verano de 2018, con el conjunto blanquirrojo en plena reconstrucción y con una negociación que, como él mismo ha desvelado, tuvo muchísimos detalles de lo más llamativos.
Llegaba tras seis meses prácticamente sin competir en Rusia, con un ritmo alejadísimo del que un día mostró en el Espanyol, pero llegaba como petición expresa de Unai Emery.
El que fuese técnico sevillista había coincidido con Pareja en el Spartak y estaba convencido, no se equivocó, que el zaguero sería importantísimo para él. Monchi tenía mucho trabajo.
En estas, tal y como cuenta el zaguero central en una extensísima entrevista en Offsiders, el jugador llegó al Sevilla cedido "con obligación de compra. Vamos, cesión un año, pero el resto...".
El acuerdo, sin embargo, no era sencillo. O al menos así lo hacía ver Pareja. "Nosotros sabíamos que el acuerdo se tenía que cerrar, era imposible no hacerlo, fue terrible, pero teníamos que apretarles".
"Me llamaba Monchi y yo tenía que apretarle, le decía 'sabes que me quedan tres años en Rusia con un gran contrato' y él me decía 'Nico, de verdad, no tenemos más', me llegaba a reconocer que entendía que pensase que lo que me ofrecían era irrisorio", confiesa antes de reconocer que "ni me lo pensé, me dijo Monchi que creían que iba a ser importante y no me lo pensé. Mi mujer en cuanto supo la posibilidad de ir al Sevilla, tenía la maleta preparada en cero".
El argentino triunfó en Sevilla cobrando "menos de la mitad de lo que tenía en Rusia", pero reconoce que "fueron seis meses de sufrimiento -en Rusia, tras la marcha de Unai-, para cinco años de vida".