Pocos estadios existen más atractivos que el Ramón Sánchez-Pizjuán. Cada vez que se encienden los focos, juega el Sevilla FC y miles de gargantas cantan a capela el Himno el Arrebato, se genera en Nervión un misticismo casi inigualable en el mundo del fútbol. Una virtud que enamora casi a todo el que pisa el feudo sevillista. Y si brilla por dentro, casi resplandece más por fuera. Así lo ha captado una cámara desde un helicóptero, que ha grabado el viejo Nervión desde las alturas a vista de pájaro. Un bello recuerdo que ha colgado en redes sociales el propio Sevilla FC, con todo el estadio iluminado y ante la tranquilidad de la previa de una noche mágica.
El Sánchez-Pizjuán del futuro
El Sevilla tiene entre ceja y ceja realizar obras en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. El tercer anillo es una de las obsesiones del club y ya no se esconde por ningún sitio que en los próximos años se llevará a cabo la reforma necesaria. Otra de las cuestiones que se quiere tratar en la entidad es una cubierta completa para el estadio, aunque esa obra quedaría en un segundo plano. La intención del club es construir un tercer anillo sobre el estadio actual e incluirle cubierta, lo que aumentaría el aforo de 12.000 a 15.000 espectadores. Una opción más viable que la de tirarlo y construir uno nuevo. "Yo no sé cómo la constructora trabaja con nosotros. Hemos hecho en verano todo lo que no se puede hacer durante la temporada. Hay que tener en cuenta que hace unos años el estadio no cumplía ni los estándares para evacuaciones. La idea es hacer el tercer anillo con la obra por fuera. El estadio no es simétrico y una nueva estructura se puede hacer en los goles y los fondos", decía hace unas semanas el director de instalaciones del Sevilla FC, Santiago Balbontín.
