El informe de la FIFA que fulminó a Luis Rubiales por besar a Jenni Hermoso: "Un perjuicio irreparable"

La FIFA fue muy tajante desde el principio con Luis Rubiales por besar a Jenni Hermoso. A los pocos días de uno de los bochornos del fútbol español más lamentables que se recuerdan, el máximo organismo del fútbol mundial decidió cortar relaciones por lo sano suspendiéndole al que ya es expresidente de la RFEF. Y, con la amenaza de suspenderle para los próximos 15 años, el diario EL MUNDO ha conseguido en exclusiva el informe que hizo la FIFA para cesarle de sus cargos.

El Comité disciplinario de la FIFA no tuvo miramientos a la hora de dejarle claro a Rubiales su total desacuerdo desde el principio, asegurando que ha creado un "perjuicio irreparable para el fútbol" y que “dañó considerablemente la integridad y la reputación del fútbol” por su conducta dando un beso sin consentimientos a una jugadora de la Selección Española Femenina de Fútbol.

Un acto que etiquetaban como "reprobable" junto al tocamiento de sus partes íntimas cuando estaba en el palco presidencial como doña Letizia y la princesa Sofía. Sin embargo, la contundencia del organismo que preside Infantino se centró en la actitud posterior al beso a Jenni, catalogando como "intolerable" por "haber presionado a la jugadora y a su entorno para que declarase a su favor".

La FIFA también destacó que es muy importante saber que en el futuro Luis Rubiales no podrá ejercer una "posición predominante como presidente sobre Hermoso y otras jugadoras así como sobre trabajadores de la RFEF". Una imagen deplorable que ha "ha dañado muy considerablemente la imagen, la reputación y la integridad del fútbol".

“A la vista de cómo se desarrolló la Asamblea General de la RFEF y particularmente los comunicados -del sindicato- Futpro y de la jugadora, que contenían graves acusaciones contra Rubiales, queda justificada la adopción de medidas cautelares. Amenazar a la jugadora con medidas legales simplemente porque expresó su opinión sobre lo sucedido o, lo que es más grave, presionar a la jugadora y a su entorno, es intolerable y obstruye los procedimientos disciplinarios”, concluía el expediente de la FIFA.