Osasuna denuncia otra injusticia arbitral que le lleva a su tercera derrota

Osasuna sufrió su tercera derrota de la temporada en un duelo marcado nuevamente por la polémica arbitral. La no señalización de un posible penalti sobre Raúl García de Haro y la inacción del VAR volvieron a encender la frustración de los rojillos, que jugaron una hora con un hombre menos tras la expulsión de Valentin Rosier. Alessio Lisci y la plantilla expresaron su malestar por una situación que se repite con demasiada frecuencia en este arranque liguero.

Polémica en La Cerámica y quejas rojillas

El choque ante el Villarreal quedó marcado por dos acciones decisivas: la expulsión de Rosier justo antes del descanso y la caída de Raúl García de Haro en el minuto 80, derribado por Rafa Marín en el área. El delantero, que reclamó penalti, lamentó que “las jugadas dudosas siempre caen en contra”.

La no intervención del VAR generó críticas inmediatas. “Hoy han pitado uno a favor, pero tenían que haber sido dos. No creo que se haga para perjudicar a Osasuna o favorecer al Villarreal”, aseguró Lisci en rueda de prensa. El gol de Gueye en el minuto 85, tras un rebote, sentenció el encuentro y dejó sin premio al esfuerzo rojillo.

El propio club cargó contra la inacción arbitral en la crónica de su web: “Un claro derribo de Rafa Marín sobre Raúl con empate en el marcador penalizó el esfuerzo de los rojillos. La inacción del VAR vuelve a castigar a un Osasuna que se va de vacío de La Cerámica”.

Antecedentes de una tensión creciente en el Osasuna

La situación no es nueva. En la jornada 4, ante el Espanyol, Osasuna denunció otro penalti no señalado a Víctor Muñoz. El director deportivo, Braulio Vázquez, fue contundente: “El VAR parece que no está. Ya veremos la misma jugada con otros equipos y no será gris, será blanca”.

Incluso en la primera fecha contra el Real Madrid, la polémica estuvo presente. La expulsión de Abel Bretones por “uso excesivo de la fuerza” en el minuto 94 derivó en dos partidos de sanción, pese a las alegaciones del club. “No me parece roja, me parece excesiva. El VAR no entra porque no es muy claro. Me fastidia”, reconoció entonces Lisci.