Joaquín Caparrós tampoco resucita a este equipo. El Sevilla volvió a empatar este domingo en el Sánchez Pizjuán, en esta ocasión ante el Deportivo Alavés (1-1), en un encuentro -que volvió a estar marcado por las protestas- en el que consiguió adelantarse pero, como de costumbre, lo dejó caer en el descuento de la primera mitad. Volvía Joaquín Caparrós al Sánchez-Pizjuán y en Nervión, al menos en parte, recuperaban el optimismo. El Sevilla recibía al Deportivo Alavés con la oportunidad de conseguir tres puntos que le dejasen prácticamente salvado, pero la historia no salió como esperaban. El Sevilla, que se mostró muchísimo más pragmático con su entrenador, aprovechó la doble punta para que Peque, de cabeza, anotase el primer tanto. El plan estaba saliendo a la perfección, pero en este equipo ya saben como funciona la cosa. El Deportivo Alavés, dueño de la primera mitad, fue creciéndose, fue ganando confianza y cuando apenas quedaban segundos para terminar la primera mitad, Kike García aprovecharía un balón suelto en el área pequeña para poner el empate. El paso por vestuarios, más allá de algún cambio, no cambió en demasía al equipo. El Sevilla fue perdiéndose poco a poco en el campo ante el dominio visitante y el Alavés, que tuvo algunas para ponerse por delante, desaprovechó su propia oportunidad. Llegó el tramo final y en Nervión, con Suso como líder ofensivo, pensaron que aún podían llevarse los tres puntos. Así llegó la ocasión más clara de toda la segunda mitad, con un centro de Sow -que acabó como mediapunta- que remataría Dodi Lukebakio -de 9- en el área pequeña... al pecho de Sivera. Ruina en el Sánchez-Pizjuán. El Alavés se conformó con el punto y el Sevilla no supo mejorarlo. Tablas que ni salvan a los de Caparrós, ni alejan a los de Coudet de la zona roja. Nadie contento, nadie satisfecho.
Joaquín Caparrós tampoco resucita a este equipo. El Sevilla volvió a empatar este domingo en el Sánchez Pizjuán, en esta ocasión ante el Deportivo Alavés (1-1), en un encuentro -que volvió a estar marcado por las protestas- en el que consiguió adelantarse pero, como de costumbre, lo dejó caer en el descuento de la primera mitad. Volvía Joaquín Caparrós al Sánchez-Pizjuán y en Nervión, al menos en parte, recuperaban el optimismo. El Sevilla recibía al Deportivo Alavés con la oportunidad de conseguir tres puntos que le dejasen prácticamente salvado, pero la historia no salió como esperaban. El Sevilla, que se mostró muchísimo más pragmático con su entrenador, aprovechó la doble punta para que Peque, de cabeza, anotase el primer tanto. El plan estaba saliendo a la perfección, pero en este equipo ya saben como funciona la cosa. El Deportivo Alavés, dueño de la primera mitad, fue creciéndose, fue ganando confianza y cuando apenas quedaban segundos para terminar la primera mitad, Kike García aprovecharía un balón suelto en el área pequeña para poner el empate. El paso por vestuarios, más allá de algún cambio, no cambió en demasía al equipo. El Sevilla fue perdiéndose poco a poco en el campo ante el dominio visitante y el Alavés, que tuvo algunas para ponerse por delante, desaprovechó su propia oportunidad. Llegó el tramo final y en Nervión, con Suso como líder ofensivo, pensaron que aún podían llevarse los tres puntos. Así llegó la ocasión más clara de toda la segunda mitad, con un centro de Sow -que acabó como mediapunta- que remataría Dodi Lukebakio -de 9- en el área pequeña... al pecho de Sivera. Ruina en el Sánchez-Pizjuán. El Alavés se conformó con el punto y el Sevilla no supo mejorarlo. Tablas que ni salvan a los de Caparrós, ni alejan a los de Coudet de la zona roja. Nadie contento, nadie satisfecho.