Fernando Vázquez se sincera: "Lo pasé muy mal en el Celta"

Fernando Vázquez no salió bien parado de su etapa en el Celta de Vigo. Era algo que se sabía, pero ahora el entrenador del Deportivo de La Coruña lo ha vuelto a recordar durante una entrevista en La Voz de Galicia. Ha hablado alto y claro sobre su etapa al frente del banquillo celeste y sobre su salida del mismo y cómo afectó al resto de su carrera como entrenador. "En el Celta lo pasé mal. Lo dije muchas veces", comenzaba Vázquez. "Quizá fue un club en el que, por razones desconocidas… Fui al Celta en Segunda. Ascendimos con unos cuantos canteranos. Al año siguiente estuvimos en Champions casi todo el año. Pinto fue Zamora. Y, al final, fuimos quintos por culpa de un Sevilla-Barcelona, que se suspendió porque llovía, y a los quince minutos se podía jugar", recordaba el de Castrofeito. "El Barcelona vino a Vigo antes y ganó, pero luego perdió en Sevilla. Yo creo que eso estaba preparado, pero bueno", se aventuró a decir el entrenador del Dépor.
Seguir en Vigo fue un error
"Al año siguiente cometí el error de seguir en el Celta y no marcharme, cuando tenía ofertas. Esa decisión y la de seguir en el Valladolid fueron las peores decisiones, las que pueden marcar una carrera", insistía. "Jugamos en UEFA al año siguiente y el equipo iba justo. Una parte de la afición la tomó conmigo. Yo era silbado, pitado con cierta continuidad. A veces, insultado en la calle. Estuve bien cesado. Sufrí un pequeño shock emocional, que me impedía entrenar. Por eso dejé de entrenar dos años, que no quería. Luego te cuesta volver", confesaba Vázquez. Este episodio le dejó "mal, sin fuerzas para dirigir, no tenía la pasión para entrenar. Porque había momentos en Vigo, donde fui bastante sancionado y estaba muchas veces en la grada por sanción, que era incapaz de ir a la grada o al palco. Me quedaba en una sala interior viendo el partido por la tele", explicaba. "No fui al psicólogo, pero sabía que no estaba bien. Solo era una parte de la afición, pero si el 20 por ciento grita y el resto es silenciosa, pues se notan más los ruidosos", agregaba.
Un shock emocional
"Sufrí profesional y personalmente. Cuando digo que la bicicleta es mi psicólogo es porque es así. El fin de semana no quería ver ni oír los partidos. Salía en bici cuando había partidos. Sufrí una crisis, digamos… Un shock emocional. Porque me paralizó la energía. Las ganas de entrenar, de ver el fútbol… Pero salí", reconocía orgulloso. "Fui recuperando sensaciones. Salía en bicicleta todos los días. Al tercer año me encontraba con ganas de volver. Me negaba a entrevistas, a todo… Entonces, parecía que estaba desaparecido".
Y concretaba: "No pisé Riazor desde que me marché. A Vigo tampoco fui. Solo veía fútbol por televisión. Y esos años tampoco ni eso. Solo miraba los resultados. La mayoría de los entrenadores, cuando están en paro, van a los campos. Porque así funciona, y yo sé que funciona así, pero no lo hago. Nunca lo hice".
Respecto a si aprendió de sus errores, Vázquez destacaba: "No aprendí nada. Es que no sé qué errores cometí. Que alguien me diga qué errores cometí. Tácticos sí y errores de comportamiento, como entrenador, de representatividad… ¿Que me equivoqué en algún partido? Seguro", concluía Fernando Vázquez.
