El lirili y el lerele, la confrontación de un plan con la realidad del Athletic
La frase de 'mucho lirili y poco lerele' fue la más repetida a la salida por los asistentes al acto celebrado en San Mamés, donde la directiva del Athletic ha expuesto este viernes su reflexión y diagnóstico de la situación actual del club bilbaíno y su hoja de ruta para el tramo de la legislatura con Jon Uriarte Uranga al mando, que acaba en el año 2026. Con el presidente a la cabeza, quien estuvo acompañado del Director General, Jon Berasategi, y del Director Deportivo, Mikel González. Partiendo de la base de que todas las personas que entran al Athletic quieren hacerlo mejor y más grande, la presentación vivida en la Catedral tampoco ha tenido grandes revelaciones más allá de la contratación de 30 personas (lo que en sí mismo no es malo) o la entrada de algún patrocinio (con división de opiniones con las casas de apuestas para Asia y América). Como se esperaba ha venido a ser una prolija actualización del programa electoral del grupo IZAN de Uriarte repleto de expectativas muy voluntaristas (recuperar el ADN campeón), positivas (tener ambición) e ilusionantes (ganar títulos).
Con un trabajo ingente, eso sí, exhaustivo y muy profesional, con miradas externas incluidas pero sin excesivas respuestas para el día día ni total libertad para preguntar.
Es cierto que han pedido precisamente apoyo, paciencia y confianza en el trabajo sin caer en el cortoplacismo, pero eso no tapa que es siempre difícil aterrizar (expresión utilizada en varias ocasiones) los planes, el PowerPoint, el Big Data, etc... con el examen diario que sufre un equipo de fútbol tan mediático y profesional. El athleticzale quiere hechos más que slogans de consultorías.
Se ha hablado de las dificultades que tiene el Modelo Athletic, realidad que ya hemos tratado a menudo aquí en ElDesmarque, con el impacto deportivo del dinero de las televisiones, el golpe de la nueva fiscalidad, la competencia cercana (Osasuna y Real) y externa (Premier), la Ley Bosman o el tema de la natalidad vasca, que el propio presidente Uriarte ha valorado como una reducción dramática. Se habló de ejes, de planes de acción, de estrategia,... Acciones a punta pala (71), sí, pero tras 8 meses eso choca frontalmente con la expectativa que hubo en las urnas en junio de 2022 de darle una ziaboga y un electroshock al Club. Hay tiempo para ver si el primer equipo entra o no en Europa o si gana o no la copa, para ver si se renueva o no a Nico Williams y Oihan Sancet sin vender a un portero... pero también para ver si el Bilbao Athletic cae al descenso o la zozobra del equipo femenino, a apenas 3 puntos también del pozo. Item más,... Se avanzó que queremos ser referencia mundial en cantera (un modelo vendido al Monterrey mexicano) con una inversión fuerte en talento para atraer y retener jugadores. Queremos ser opción prioritaria para todos los jugadores de Euskal Herria, se dijo antes de ofrecer una desconcertante respuesta a una pregunta muy clara, de esas de ‘sí’ o de ‘no’...
El acertijo de la mañana: el Athletic tiene músculo financiero para acometer renovaciones importantes... dependiendo de lo que tenga que pagar...
En el tema económico ahora la promesa de conseguir 30 millones extras por campaña se ha convertido en equilibrar los gastos al final de la legislatura. Que es lo que han hecho toda la vida las juntas directivas del Athletic. Capear el temporal con el recurrente objetivo de déficit cero cuando les toque entregar el testigo a la siguiente o prorrogar su mandato. Es evidente que en el barco de esta directiva viajamos juntos, así debería ser, y por tanto hay que confiar en que las cosas se estabilicen y finalmente hasta mejoren en cada eje estratégico. Pero a día de hoy, echando un ojo a la realidad, no estamos lejos de aplicar esa frase de la película bélica de Tom Cruise y Kenneth Branagh, 'Operación Walkyria'. La de que "todas las operaciones militares se basan en un plan, pero cuidado, en la realidad ese plan casi nunca sale como estaba pensado de antemano".