El mercado del Athletic Club (y II)

Asís Martín 06 NOV 2017 - 09:41h.

En el año 1911, siendo presidente Alejandro De la Sota, se juega en Bizkaia el Campeonato de España de football, donde se inscriben 13 equipos: Athletic, Barcelona FC, Bilbao F.C., Deportivo de La Coruña, Español de Barcelona, Fortuna de Vigo, Gimnástica de Madrid, Real Sociedad, Real Santander y las Academias Militares de Artillería, Ingenieros, Caballería e Infantería, jugándose ese torneo en el campo de Jolaseta. El Athletic jugó y ganó los partidos contra el Fortuna de Vigo, Bilbao FC, Gimnástica de Madrid y Español, pero hay una denuncia por alineación indebida de extranjeros y petición de repetir algún partido, solicitándose la retirada de cuatro jugadores del Barcelona F.C., tres del Athletic y dos del Bilbao F.C. Y aunque se trataba de algunos jugadores que vivían entre nosotros por motivos laborales, nuestros clubes aceptaron retirarlos del campeonato, salvo a Veitch, del Athletic, ya que era campeón con este equipo el año 1910 y llevaba dos años en Bilbao. La Real Sociedad se retira por no repetirse los partidos.  La final la jugarían el Athletic, la Gimnástica de Madrid y Español de Barcelona, quedando campeón el Athletic. Pero el presidente del Athletic, en la fiesta de celebración de la entrega de la copa, la pone a disposición de la Federación Española, para que sea disputada en otro campeonato sin extranjeros. Días después la Asamblea de Clubes, decide anular el campeonato y quitarle el título al Athletic.

  Meses después la Federación Española volvía a adjudicar el título a los bilbaínos, pero arrebatándole el derecho que por campeón le correspondía de organizar el campeonato del año siguiente en Bizkaia. Como el Athletic no cedía a esta circunstancia, las Asamblea de clubes volvió a quitarle el campeonato y a expulsarle de la federación; imaginense como sería el lío que tuvo que intervenir el Rey, donante de la copa, pero ni aún así se solucionó.  Por esa razón y como consecuencia de los líos que se originaron, Alejandro De la Sota, presidente rojiblanco de 1911 a 1917, dijo que no pensaba fichar más jugadores extranjeros. Luego dicha decisión se toma ese año y durante esa etapa de mandato y no como fundamento ni artículo de los estatutos fundacionales del Club, por lo tanto creo que ninguna Junta Ordinaria, Extraordinaria ni Asamblea de Socios, se tiene que reunir para que el Athletic Club, pueda o no fichar jugadores de otras ciudades, provincias, comunidades ni nacionalidades ajenas a Euskal Herria.

  A propósito de Euskal Herria y su diáspora, deciros que recientemente se ha presentado en Bilbao, Ryan Makiñana, representante de la Peña Californiana del Athletic, con rasgos orientales, derivados de ser descendiente de familia de Filipinas pero con ascendientes, su amama, gernikarras. Una peña con 87 socios, de los que 75 son americanos. Con Boise como ciudad con un arraigo de vascos americanos, fueron ciudadanos de esa ciudad quienes hicieron posible que el Athletic Club jugara hace dos años en México y de allí fue de donde salió esta peña californiana,... pero lo más importante fue que muchos vascos de la diáspora, que posiblemente oirían a sus mayores hablar del Athletic, pudieron ver en directo a su equipo.      Llegados a este punto, ¿quien tiene la potestad de dar rango, crédito o diploma de vasco o euskaldun?, ¿Es por hablar euskera o no?, ¿Son menos vascos los de la diáspora?, ¿El Señor presidente Josu Urrutia y su Junta Directiva?, ¿La Asamblea de Compromisarios?... Estas preguntas me vienen a la cabeza al explicar la condición de la filosofía del Athletic que se establece como noción popular: qué futbolistas podrán jugar en el Athletic, “aquellos que han nacido en Euskal Herria, antes solo Bizkaitarrak, o bien han desarrollado su actividad deportiva en algún equipo de fútbol de Euskal Herria”.

  Mirando a las diferentes selecciones del continente americano y centrándome en cuatro, deciros que por ejemplo Argentina tiene o ha tenido a Otamendi, Garay, Higuain, Zabaleta, Ustari, en Chile Ibarra, Charles Aranguiz o Iturra, en Uruguay, Diego Forlan (declarado admirador del Athletic donde quería fichar por tener a su abuela como natural de Donosti), Matias Aguiregaray, Arismendi, Castro Irazabal, Eguren y de Ecuador a Noboa o Beto Ibarra. Si en el supuesto que a estos jugadores se les explicara el origen de sus apellidos, en consecuencia del origen de sus antepasados, ¿no estarían dispuestos a defender los colores del Athletic Club, tanto como Llorente, Javi Martínez o Ander Herrera? ¿O alguien me dice que Diarra, Deiby Ochoa o los 150 niños riojanos del Centro de Tecnificación de Oion no defenderían el escudo como lo hicieron Mario Bermejo, Aranzubía, Jose Mari, David López o Fernando Llorente?  Creo que el mercado del Athletic Club se ha quedado pequeño para las exigencias de este deporte en el ámbito profesional, por parte de los medios de comunicación, los aficionados y socios de este gran Club, al no percatarnos de la inferioridad a la que nos exponemos y sin que estas normas que nos imponemos no estén ni escritas ni consensuadas por la masa social.

  Pienso que el Athletic debe ampliar su mercado, no sé si a lugares como Oion en la Rioja Alavesa, el Antigüoko en Gipuzkoa, La Txantrea o Tudela en Navarra, o incluso poniendo otro Centro de Tecnificación en Muskiz para controlar los jóvenes de vascos con residencia en Cantabria, o incluso como postura extrema al continente americano con esos descendientes de vascos arribados al mismo por diferentes motivos. Pero algo se debe hacer, porque sí es cierto que Lezama está dando muchos jugadores últimamente, pero eso no hace que la calidad, los objetivos, la personalidad de los jugadores y el equipo alcance las cotas que los socios y aficionados demandan.  Si queremos jugadores de origen vasco o bien que se formen en los distintos equipos del territorio de Euskal Herria, y sin dar la importancia a la pureza que los de fuera nos exigen para nosotros y no para otros contrarios, el Athetic tiene que ampliar el mercado y decir claramente que las reglas de nuestro Club las ponemos nosotros, y no debemos dar explicaciones a nadie de lo que hacemos. Así que pido a la Junta Directiva de este club que nos pregunte a los socios si estamos dispuestos a que se incorporen a nuestro club jugadores preparados en centros de tecnificación que sean riojanos, cántabros o burgaleses, tanto por cercanía como por costumbres, tanto como por simpatía los alaveses, navarros o guipuzcoanos.

  Así mismo existen jugadores de origen vasco de la diáspora que bien podrían dar lustre suficiente a este club, como lo hizo Bixente Lizarazu (vasco francés), como para poder optar a cotas más altas y no por ello perder sus esencias.  De no ser así, que aquellos que no estén de acuerdo con esta exposición cuando tengan a bien analizar la actuación de algún jugador o del equipo en general, que se muerdan la lengua, pues son ellos quienes ponen las limitaciones y la tiranía de los jugadores a la hora de la negociación de los contratos.  Seamos sensatos y no critiquemos al equipo si no pensamos en otros mercados. Por Demetrio Eguia. Entrenador de fútbol, Socio del Athletic Club, colaborador de ElDesmarque y tertuliano de Onda Vasca El mercado del Athletic (Parte I)