Fulgor y muerte asistida de Markel Susaeta

El impulso del derbi para asaltar Madrid
Messi vuelve a batir a Zarra
Fallece el expresidente del Athletic Jose Antonio Eguidazu
Pronto cumplira los 29, hey, sólo pienso en ti... Ahora que nadie lo hace, en este noviembre para ti desolador por no habitar la sagrada presencia de La Catedral. Mas la mía, sí, dolorida conciencia que no se resiste a que los parroquianos de San Mamés te den por amortizado / amortajado. La afición del Athletic es rehén de una mitología necesitada de crear héroes de sopetón para suplir a esos otros que reinaron y ahora viven en la nada. Markel Susaeta es, para mi gusto, uno de los jugadores más virtuosos que se han desenvuelto por la banda derecha del ataque del Athletic Club. Todo le avala, así los números como las letras. No soy de Ciencias, así que les invito a que buceen en Internet y se queden pasmados con los registros de este chico. Kike Liñero, que lo tuvo de crio, se iría con él al fin del mundo. Luis de la Fuente fue el que le dio el chivatazo a Joaquín Caparros, como en un pasaje de "Yo al norte, y tú al sur". El 'jarrero' se bajó a Sevilla luego de la orgia de tanta liga y gabarra. Caparros se vino al norte. Y cuajó. Se fogeaba en el Bilbao Athletic Susaeta cuando De la Fuente le dijo a Caparros, Tengo un diamante, Me lo enseñas y lo taso. Y fue así que Susaeta irrumpió en el Athletic con su querida y liviana presencia. Caparros se empeño en convertirle en atleta para que su talento fluyera sin encontrar oposición. Fueron cuatro temporadas a las órdenes del utrerano. Jugando partidos al son que le marcaba el ritual de la margarita: David López / Susaeta / David López / Susaeta / David López... Luego de cuatro temporadas, se marchó Caparros con el regalo de la afición, que le bautizo en la ermita de Gaztelugatxe, Agua bendecida sobre tu testa, querido Jokin, y el andaluz exclamó, Yo también te bendigo, querido 'Susa'. Es frase manida esa que dice, Este entrenador me ha marcado. Pero sorprendente y halagadora esa otra, invertida hasta leer, Este futbolista me ha marcado como entrenador, lo dijo Caparros. A Susaeta le tocó la lotería cuando Urrutia se sacó de la manga un 'loco' llamado Marcelo Bielsa. El técnico de Rosario predicó su doctrina, y caló en la plantilla, alcanzándose el cenit de la perfección cuando el Athletic llenó de trigo el granero ese que apodan 'El teatro de los sueños"... Con Bielsa, Susaeta se convirtió en el astro rey. Sol acostado en la hierba alrededor del cual gravitaban los planetas, los suyos, los de su 'Sistema', el Sistema del 'loco', jugadores que se divertían haciendo rondos a medida que viajaban por la galaxia más hermosa del Universo. Marcelo quedo prendado del eibartarra, "No se puede negar la actuación ni la influencia que Susaeta ha tenido en el partido". Todo eran lisonjas. De tal modo que Markel 'Estilete' Susaeta, por alusiones, se vio obligado a tomar el megáfono y exclamar, Bielsa saca lo mejor de cada jugador, Con él he aprendido mucho, Me encantaría que siguiera una temporada más... No fue así. El hombre que había hecho jugar al Athletic como nunca jamás se había visto, salió de Bilbao de mala manera y con sus naves resumidas a cenizas por el fuego. Valverde le tomó el relevo. Susaeta se sintió inquieto, como si, tan joven aún, presintiera para su vida en el Athletic un oscuro final. La primera temporada de Valverde no le perjudicó. Pero he aquí que en la segunda, con la competición hirviendo, irrumpió cual rayo violento la figura de un fenómeno de la naturaleza llamado Iñaki Williams. Del juvenil al Bilbao Athletic de Ziganda. A Cuco apenas le dio tiempo de ver como, con su jamaicana velocidad, destrozaba defensas, y con sus disparos, chamuscada las redes de las porterías de los porteros rivales, pobrecitos ellos. Valverde, que lo veía embobado, no pudo sino decir, Me lo pido, y de inmediato añadir, Me lo quedo. Cuando tal cosa se produjo, Susaeta empezó a tener malos sueños de los que despertaba con sudores fríos. Inteligente como es Markel, y sensato, y educado donde los haya, empezó a hacer cábalas, Aduriz es ariete brutal tocado por los dioses: lo que Dios le ha dado no habrá de quitárselo el hombre que es Ernesto Valverde. Si de nueve, no, Txingurri seguro que coloca a Iñaki caído a banda derecha, la mía, para romper las defensas con su velocidad inigualable. Y fue así. Y la estrella que era Susaeta la saco Valerde de su 'Sistema". Y dejo de brillar aún sin haber perdido ni la luz ni su calor. Qué me queda, se preguntó, La banda izquierda, le respondió el viento y la lluvia que empezaban a azotar el graderio de San Mames Barría. En la izquierda, cuando yo lo veía de titular, lo que dijera Gabriel Aresti sobre una central nuclear en la costa vizcaína se hacía presente allá donde habita el horizonte: Hacerle jugar a Susaeta por la banda izquierda es como sacarle los ojos a una golondrina. Llegué incluso, sino a enloquecer, si a desvariar: Susaeta, cual hijo pródigo disputándose las bellotas a los cerdos viéndose obligado a pelear por el alimento con hermanos de sangre suyos como Muniain, Merino, Viguera...y hasta el talentoso lateral derecho Lekue. La gente calla, convirtiéndose en complice, y lo fustigan, una esponja empapada de vinagre clavada en un palo alcanza su cuerpo crucificado, su boca sedienta de fútbol, y llega la mofa, Si salvaste a Marcelo Bielas, cómo es que no eres capaz de salvarte a ti mismo. Jesucristo murió a los 33. Susaeta tiene 28, pronto cumplirá los 29, hey, sólo pienso en ti, pero con mi pensamiento no basta para devolverte a la vida. Valverde, más allá de su descarada apuesta por Williams como centro campista por la banda derecha, debería entender, y si no lo comprende que alguien ponga el grito en el cielo, que el Athletic no se puede permitir el lujo, o cometer la tropelía de que el Fulgor que fue, y sigue siendo Susaeta, se convierta en un cuerpo doliente con la muerte en los talones, una muerte asistida, que no eutanasia ni suicidio. Valverde, con su desidia, ha colocado en la mesita de noche de Susaeta ese brebaje recetado que, luego de hundir a Susaeta en lodo, acabará matando al virtuoso futbolista (Athletic en estado puro) llamado Markel 'Estilete' Susaeta. Hagan algo, por favor, que yo me siento muy solo. Por Luis María Pérez, Kuitxi, periodista y exfutbolista del CF Portugalete
