Contradicciones Athleticzales
Ya lo dijo Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero, si no le gustan, tengo otros”. Una formidable capacidad de adaptación, aunque, también, una singular actitud camaleónica no exenta de contradicciones. Esta semana me dediqué a recabar contradicciones urbi et orbi. Que las tenemos, y reiteradas; ajenas y propias. ¿Cómo se planificó la temporada 2020-2021 en el Athletic Club? Con mucha modestia: sin fichajes, tirando de la plantilla que hay y del filial. Es comprensible: ¿A quién se podía fichar para reforzar al equipo, aspirando a clasificar para competiciones europeas, las que permiten mantener la caja del club? En el anonimato de las redes sociales o en los restringidos grupos de WhatsApp asoman algunas respuestas. Por ejemplo, Mikel Merino y Mikel Oyarzábal, de la Real Sociedad. Pequeño problema: 60 millones de euros de cláusula de rescisión para Merino y 75 millones para la de Oyarzábal.
Vale, tampoco las relaciones entre los dos clubes -como con el caso del CA Osasuna- son muy gentiles a la hora de solicitar condiciones para los potenciales fichajes de las aspiraciones athleticzales. ¿Y en los clubes de toda la geografía vasca? Pues… Hay mucho foráneo y pocos jugadores vascos trascendentales. Vaya, que ya no estamos en los 80 del siglo XX. Para más inri, la pandemia del coronavirus obligó a ajustar al máximo los flujos de caja de los clubes de LaLiga Santander. Y el Athletic, pese a sus 44.000 socios, no es una excepción. Entonces, hay que arreglarse con lo que hay. Todo sea por mantener la Filosofía. ¿Y la diáspora vasca? Oh, éste un tema espinoso y urticante. Entonces, tiramos de cantera y de filosofía. ¿Títulos? Nada, buscamos videos en YouTube para vivir de recuerdos, mientras nos quejamos y hacemos responsables a la junta directiva, la dirección deportiva y al cuerpo técnico por una realidad encorsetada que viene de muchos años atrás.
Pero, ¿Cómo se va a mejorar el presupuesto del club si no hay clasificación para competiciones europeas? No pasa nada, que piensen en ello las próximas autoridades; que el Athletic es un club muy copero y siempre nos quedará la Copa del Rey, a falta de la liga. Las autorizadas voces del anonimato en las redes sociales y de los restringidos grupos de WhatsApp reclaman por lo perdido que no volverá: el Athletic campeón de liga del 84, Pichichi, Iríbar, Zarra, Julen Guerrero, el Athletic de Marcelo Bielsa de 2011-2012 -desmantelado en el éxodo progresivo de Javi Martínez, Fernando Llorente, Ander Herrera, Aymeric Laporte, Fernando Amorebieta, entre otros, a fuerza de chequera.
Que los chavales no están a la altura de sus aspiraciones, que son muy tiernos y hay que esperarlos. ¿Tendremos paciencia para ello?
Llega el mercado de invierno y, con él, la reflexión. ¿Cómo mantener esas aspiraciones de mejora, si no se puede hacer la plantilla más competitiva, si no se pueden hacer fichajes por restricciones de la filosofía y de la tesorería del club, si el mercado de la geografía de Euskal Herria es muy limitado para fichajes?
Pregunto: ¿No es tiempo de abrirse un poco a descendientes de vascos diseminados urbi et orbi, además de canteranos que puedan traerse de otros puntos del globo para que se formen en Lezama, de modo tal de contar con más opciones que las pocas que nos ofrece el mercado de fichajes ajustado a la filosofía athletizcale? Este viernes 18 de diciembre de 2020 el Athletic disputó en San Mamés el partido ante el Huesca por la decimocuarta jornada de LaLiga Santander. El resultado: más de lo mismo, aunque ganó el Athletic por 2-0 con gol de penalti de Kodro a los 85 minutos de juego -tras un año sin marcar- y un brillante cabezazo de Unai Núñez a los 91 minutos. Probablemente, la victoria da un respiro en la clasificación (noveno, con 17 puntos) y hará olvidar a muchos las urgencias y las importancias. No es mi caso.
Ante el Huesca, el Athletic volvió a abusar de pases hacia atrás, de toque intrascendente. Vale, mejoró en la segunda parte el juego desplegado, sin embargo, la irregularidad es la constante. Aunque, como Groucho Marx, puedo decir que estos canteranos no dejan de sorprenderme con este resultado de triunfo. Con todo, esta vez, quería traer un tema medular para la reflexión acerca de lo deseable y lo posible en el Athletic. ¿De veras que no hay nada de qué hablar en el Athletic, de la planificación de la temporada, de los fichajes, de la filosofía? Yo creo que sí.
