Qué es la parálisis de Bell: síntomas de la enfermedad que sufrieron George Clooney y Angelina Jolie
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Se trata de una debilidad o parálisis repentina de los músculos de un lado de la cara
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La causa no siempre está clara, pero algunos casos se relacionan con infecciones
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La recuperación de la fuerza de los músculos faciales tarda entre dos semanas y seis meses
En los últimos años, tanto Angelina Jolie como George Clooney han confesado que sufrieron la parálisis de Bell. La actriz lo padeció seis meses antes de su divorcio con Brad Pritt, mientras que el actor y director estadounidense lo padeció mucho antes, cuando era un adolescente.
Esta afección se define como una debilidad o parálisis repentina de los músculos de un lado de la cara debida a un trastorno de un nervio facial -concretamente del séptimo nervio craneal-.
Dicho nervio se encarga de mover los músculos faciales, estimular las glándulas salivales y lagrimales, capacitar a los dos tercios anteriores de la lengua para detectar sabores y controlar un músculo que participa en la audición, explican desde el Manual MSD.
Síntomas de la parálisis de Bell
Uno de los primeros síntomas de la parálisis de Bell puede ser el dolor detrás de la oreja, seguido de un debilitamiento de los músculos faciales en cuestión de horas. En un periodo de 48-72 horas alcanza su intensidad máxima.
Al afectar sólo a un lado, los que lo sufren sienten como si la cara se les retorciera cada vez que gesticulan, junto con entumecimiento o pesadez en la cara.
Suele ser difícil cerrar el ojo del lado afectado, además, este parpadea con menos frecuencia y tiende a girarse hacia arriba al cerrarlo. Tanto la producción de saliva como de lágrimas puede verse afectado provocando en boca y ojos pudiendo producir dolor y lesiones oculares.
Otro de los síntomas que detalla el manual es que los afectados también pierden el gusto en la parte anterior de la lengua del lado afectado y el oído de ese mismo lado percibe sonidos anormalmente fuertes.
A medida que el nervio facial se recupera, se establecen conexiones anómalas que dan lugar a movimientos faciales inesperados o secreción espontánea de lágrimas durante la salivación. En algunos casos también se produce tirantez permanente de los músculos.
¿Qué causa la parálisis de Bell?
Aunque la parálisis de Bell puede afectar a todas las personas, independientemente de su edad, se da más en mayores de 65 años. Los menores de 10 años tampoco están exentos.
No siempre está clara la causa, pero algunos casos se relacionan con infecciones como el herpes simple, el herpes zóster, la enfermedad de Lyme, la infección del oído medio o el VIH/sida.
En otros casos, los síntomas de la parálisis de Bell también se asocian con diabetes, presión arterial alta, traumas, toxinas, síndrome de Guillain-Barré -trastorno autoinmunitario que afecta los nervios-, sarcoidosis -inflamación de los nódulos linfáticos, pulmones, hígado, oídos, piel u otros tejidos- o miastenia grave -sistema inmunitario ataca por error al tejido sano-, según Stanford Medicine.
¿Cómo se trata?
De momento no hay cura conocida, pero en la mayoría de los casos los síntomas van desapareciendo progresivamente. La recuperación de la fuerza de los músculos faciales sí que puede tardar entre dos semanas y seis meses.
Aunque no siempre es necesario tratamiento, lo más recomendado es mantener el ojo hidratado para evitar que se seque durante la noche o mientras se está frente a una pantalla. Por ello, suelen recomendar colirio durante el día y pomada y una cámara de humedad durante la noche.
Además, otros tratamientos incluyen medicamentos para reducir la inflamación, antivirales, analgésicos o calor húmedo para el dolor y terapia física para estimular el nervio facial.
