Fiat, ahora sí, encuentra el camino para dejar KO a Dacia: bueno, más bonito y barato

Fiat da un paso firme en su ofensiva dentro del segmento B con un modelo que podría alterar el equilibrio entre las marcas generalistas de bajo coste: el nuevo Panda Fastback. Este SUV coupé, aún en fase de pruebas y camuflado en sus últimas apariciones, se posicionará como una alternativa más estilizada, moderna y competitiva frente a opciones como el Dacia Sandero Stepway. Con una carrocería basada en el Grande Panda, pero con una línea de techo descendente y proporciones más dinámicas, la marca italiana busca reforzar su presencia con una fórmula visualmente más atractiva sin renunciar a la asequibilidad.

Lo destacable en este caso es que Fiat ha sabido combinar el lenguaje estético del nuevo Panda con una silueta de inspiración coupé, manteniendo el formato compacto y la filosofía práctica del modelo original. La plataforma utilizada será la Smart Car del grupo Stellantis, unificando criterios técnicos con otros productos del consorcio y facilitando una producción más eficiente a nivel global. El diseño final apunta a una reinterpretación urbana del SUV accesible, sin caer en excesos de tamaño o complejidad.

Versatilidad mecánica y estrategia global de este Fiat

Bajo el capó, el Panda Fastback ofrecerá una gama mecánica adaptada a los diferentes mercados. Para Europa, se espera una oferta centrada en el motor 1.2 turbo tricilíndrico, con versiones electrificadas mediante hibridación ligera de 48 V, además de una variante 100% eléctrica con más de 300 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP. Esta propuesta permitirá a Fiat mantener una estructura de costes contenida sin renunciar a las exigencias medioambientales y de eficiencia energética que marca la normativa actual.

Por otro lado, en mercados como Brasil y otros países latinoamericanos, la marca apostará por una mecánica 1.0 turbo de 120 CV combinada con tecnología híbrida simple, ajustada a las necesidades de esas regiones. Esta estrategia dual subraya la flexibilidad del proyecto, pensado para responder tanto a la transición energética europea como a las realidades económicas de otros territorios.

Llama especialmente la atención la forma en que Fiat pretende recuperar protagonismo en el segmento B con una propuesta que se distancia del enfoque utilitario clásico del Panda. El Fastback apunta a un público más amplio, sin abandonar el enfoque racional, pero añadiendo una carga de diseño y tecnología que podría marcar la diferencia en una categoría cada vez más disputada.