Candidatos en la recámara

En cada Tour de Francia el nombre de máximos favoritos suele ser una cifra selecta. Quizás sea este año uno de los más abiertos de cara al triunfo final. Analizados los nombres de Chris Froome, Nairo Quintana, Richie Porte y Alberto Contador, tras ellos se apelotona una retaguardia compuesta por ciclistas que parten con opciones improbables, pero que estarán al acecho a cualquier circunstancia de carrera.

 
Lo justo es empezar por el nombre de Romain Bardet. El corredor francés del Ag2r fue el segundo clasificado el año pasado y es la gran esperanza del ciclismo galo – otra más –. Fallaron Pierre Rolland y, de momento, también ThibautPinot, pero parece complicado que el de Brioude pueda lograr cotas más altas. No sólo grandes rivales tiene por delante, sino una temporada muy por debajo del nivel adecuado para ser contendiente a la mayor de las vueltas por etapas. No ha logrado un triunfo todavía esta temporada, pero el Tour es carrera fetiche: acumula tres top-10 consecutivos y dos años seguidos alzando brazos en una línea de meta. Dato importante, apenas tiene 26 años.
Con grandes esperanzas se presenta el Orica-Scott. Con Esteban Cháves como jefe de filas, el colombiano tendrá como escudero a Simon Yates, otra de las grandes promesas del ciclismo mundial. De hecho, el equipo australiano jugara con el británico si la situación de carrera deja atrás a Cháves. El de Bogotá debuta en el Tour tras hacer pódium en Italia y España, posee grandes dotes en la montaña, y la poca presencia de la contrarreloj favorece a sus características. A su lado, además de Yates (6º en La Vuelta el año pasado y que sí ha conseguido triunfos este año) tendrá a Roman Kreuziger, una garantía para cuando la carretera se empine. A diferencia de Bardet y Cháves, Fabio Aru sabe lo que es ganar una gran vuelta. Lo hizo en la Vuelta a España de 2015, pero acumula además dos podios en el Giro de Italia, la carrera de casa. El transalpino se lo perdió, precisamente, este año por una lesión de rodilla, por lo que ha llegado de improviso al Tour. Ante rivales de la talla de Froome o Quintana, parece complicado que aún pueda competir con ellos, pero es la gran baza del Astaná para resarcirse en un año realmente duro para ellos. El año pasado probó suerte en la Grande Boucle, pero quedó en 13ª posición, por debajo de ser una opción real. Aru habrá de demostrar que está en el nivel de los mejores. Compartirá liderazgo, en la teoría, con Jakob Fulgsang en la escuadra kazaja, pero en la práctica debería imponerse el de Cerdeña.
La baza del Cannondale será Rigoberto Uran, otro colombiano. Sus mejores resultados llegaron en el Giro, donde fue subcampeón dos años consecutivos. Nunca ha brillado en el Tour, sobre todo porque la primera semana, de tanta tensión en las piernas, suele pasarle factura. Si Urán no le pierde puntada a la carrera, puede tener opciones de colarse entre los mejores.
Por último, cabe señalar dos nombres que, si bien, no disputarán la general, la situación de carrera les puede colocar con responsabilidades. Principalmente, ThibautPinot (precisamente mencionado antes de refilón), que prefirió hacer el Giro con el objetivo de conseguir el triunfo final y plantarse en su Francia natal en busca de otro tipo de carrera. Pero si las piernas le acompañan, el de Mélisey no hará ascos a lograr un buen puesto en la mayor prueba ciclista del calendario. Surgen, no obstante, demasiadas dudas. Competir todos los días con la presión de la general es un desgaste desgarrador con el que no cuenta si sale en busca de etapas, donde puede dosificarse en otras etapas. El segundo nombre es el de Alejandro Valverde. El murciano ha realizado una primera mitad de la temporada absolutamente bestial. El Bala ha ganado la Vuelta a Murcia, la Vuelta a Andalucía, la Volta a Catalunya, la Vuelta al País Vasco, la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja. Bárbaro. Partirá por detrás de Nairo Quintana, pero el cansancio del Giro en el colombiano, y el estado de forma de Valverde no le descartan si aguanta mejor que su compañero. Parece improbable, tanto como que a sus 37 años esté haciendo la mejor temporada de su carrera deportiva.