Encarnita, la abonada más antigua del Málaga: "La primera cita con mi marido fue en La Rosaleda"

Hace sol primaveral y en su gorra luce un escudo que vertebra su vida. Lleva puesta la camiseta con la que su club se clasificó para jugar Champions. Ha traído otra remera versión retro y un taco de recuerdos en forma de abonos antiguos. Se llama Encarnación Perraut, pero prefiere Encarnita. Tiene 89 años. Sale a correr, sí, del verbo correr, y hace una demostración que deja perplejo al que escribe.

"Tiene usted mejor forma física que yo", le suelto. Se ríe y dice que tampoco para tanto. Además de ser abuela y madre, malagueña de pura sangre y simpática como se la imaginan, es la socia más antigua del Málaga. No se puede afirmar con certeza, porque no hay registros desde 1996, pero fuentes del club ni siquiera lo dudan; es la abonada que más años lleva apoyando a su equipo en La Rosaleda. Desde la temporada 1957/58, unos, dos, tres... ¡66 años consecutivos!

El reportaje de Encarnación [que puedes ver en el vídeo superior] es la historia de una niña pequeña que iba con su padre a la antigua Rosaleda. Y con sus hermanas cuando era "más mayorcita". En su adolescencia, la joven Encarnita tuvo su primera cita en el templo de Martiricos con el que sería su marido. "La primera vez que salí con él fue para ir al fútbol. Nos hicimos socios juntos", rememora. Su fallecimiento se dio en 1998, justo antes de que el Málaga ascendiera a Primera tras la desaparición del CD Málaga, y lo recuerda con brillo en sus ojos:  "Él no vio al Málaga subir a Primera ni luego jugando en Champions".

"El Málaga nunca ha sido nada. No ha ganado copas ni cosas importantes. Pero es mi equipo por encima de todo"

Ahora va al estadio con su hijo y con sus nietos. Ha visitado campos impronunciables y otros con lustre y simbolismo, como el partido de octavos en Oporto. Pero desde que su marido no está, no viaja allá donde vaya el Málaga. Pero este año, cosas de la vida, sí estuvo en el 0-2 en Antequera. La experiencia le recordó a cuando iba a esos campos de barro y olor a tabaco donde veía el partido apoyada en una barandilla y pasando frío.

El fútbol lo vive con pasión, aunque más comedida con los años. Se lo toma con más deportividad y no es de insultar o sumarse a cánticos. Su esposo era informador de árbitros y respeta mucho esta profesión, pero cuando escucha la palabra Dortmund lo suelta todo: "Los árbitros nunca han beneficiado al Málaga y siempre han mirado para el otro lado".

Cuando escucha la pregunta no tarda ni un segundo en pensar la respuesta. ¿Por qué el Málaga y no otro? "Porque soy malaguista de corazón y alma. El Málaga nunca ha sido nada. No ha ganado copas ni cosas importantes. Pero es mi equipo por encima de todo". Porque al "Sevilla, Madrid, Barcelona" y todos esos, ni agua. Su equipo es el Málaga y nada más. Como cualquier malaguista de a pie por supuesto que es exigente. "Dos o tres fichajes por lo menos hacen falta", se atreve a opinar fuera de cámaras.

Lágrimas con el descenso a Primera RFEF 

El club recurrió a ella para uno de sus vídeos emocionales para animar a la afición a seguir creyendo en el milagro de la permanencia. Pero ella, en sus adentros, lo veía imposible. Aun así, cuando el Málaga certificó su adiós, fue uno de los momentos más tristes que recuerda como aficionada. "Sí, lloré. Porque yo a este equipo lo he visto en Tercera, Segunda 'B', segunda... pero nunca en Primera Federación, que no se considera ni siquiera fútbol profesional".

El fútbol lo vive como el asunto más importante de los menos importantes de su vida. Ella es feliz yendo a correr o caminar al Muelle Uno. Vive muy cerca de la Plaza de la Merced, en el corazón de la ciudad. "En la casa más bonita de toda Málaga", asegura sin bromear. Su segundo hogar es La Rosaleda y ese jamás lo cambiaría por otro. En mayo cumplirá 90 años y seguirá sintiendo a su equipo como parte fundamental de su vida. "¿Un deseo? Volver a Primera División pronto". Encarnita representa la memoria, el compromiso y la fe, los tres pilares del Málaga Club del Fútbol.