Haitam reaparece: la perla que pide turno para el futuro
El equipo comenzó desde este martes los entrenamientos para preparar el choque del sábado contra el CD Mirandés, en una jornada que será tensa y triste por dos motivos: la concentración que llama al malaguismo a alzar la voz contra la gestión del club y la opción probable de confirmarse el descenso matemático. Al menos, el parte médico trae a los aficionados buenas noticias con dos nombres: la reincorporación de Chavarría y la vuelta al césped del canterano Haitam Abaida.
En primer lugar, el argentino Pablo Chavarría ya ha abandonado sus dolencias por la contractura muscular que le hizo perderse el vital partido en Ponferrada, y como confirma el club, ya se ha comenzado su reintegración progresiva y parcial al grupo.
Pero es el nombre de Haitam Abaida el que puede suscitar positivismo entre tanto hastío con la plantilla. Con el descenso como destino casi insalvable, hay un chaval de 20 años que ve la luz al final del túnel. Del suyo propio tras meses apartado por una lesión que marca carreras futbolísticas como es romperse el ligamento cruzado.
El extremo marroquí continúa con su recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió en noviembre, cuando se marchó dolorido al descanso del partido ante la Ponferradina en La Rosaleda. Está en plena readaptación física con Toni Tapia y ya se le vio haciendo carrera continua en el anexo este martes y también durante el miércoles en La Rosaleda.
Tras la irrupción truncada, ¿futuro asegurado?
Tiempo atrás, Haitam fue una irrupción que agitó al malaguismo como lo hizo meses más tarde su compañero Álex Calvo. El extremo derecho internacional con Marruecos sub-23 encandiló a Pepe Mel como opción diferencial en un Málaga que andaba escaso de puñales por banda.
Ya había debutado antes en el primer equipo, pero su apuesta como revulsivo salió bien de inmediato, aunque fue demasiado efímera: golazo en La Romareda para sacar un punto meritorio; y titularidad contra la Ponferradina al partido siguiente, con 45 minutos espléndidos en los que hizo de todo, para bien y para mala fortuna: incisivo y descarado en los uno contra uno, provocó un penalti -que luego falló Rubén Castro-, pero se lesionó la rodilla en un drible.
Él quiso seguir jugando aquel partido, con la rodilla destrozada, lo contó el propio Pepe Mel. Pero la mala suerte se cebó con el crack de La Academia, que no volverá a jugar hasta la temporada que viene. Tiene contrato hasta 2024 y su contrato tiene una cláusula de renovación automática hasta 2025 si juega más de 45 minutos en tres partidos oficiales más con el Málaga, como informó en su día Radio Marca Málaga.
Muy querido por sus compañeros y habiendo demostrado su talento como regateador, jugador de esencia diferente, con calidad de sobra para Segunda y más aún para una más que hipotética Primera RFEF, Haitam quema etapas de su vuelta a ser lo que pudo ser y la mala suerte se encargó de que no fuera. Será uno de esos canteranos que pide sitio para el futuro más próximo, donde se atisban cambios, idas y venidas y una auténtica revolución.
