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Un hijo de Pepe Mejías se libra de milagro del accidente del bus: "Ha vuelto a nacer"

Pepe Mejías, junto a su hijo Fran.
Periodista especializado en fútbol y en fichajes

El desgraciado accidente vivido en Cádiz este lunes le costó la vida a tres personas. Va a quedar en el recuerdo de los gaditanos por mucho tiempo y más para aquellos que lo vivieron de cerca y que han comprobado que el azar te puede salvar la vida o quitártela. Fran Mejías, hijo del mítico Pepe Mejías, vio como el autobús al que le fallaron los frenos pasó por su lado cuando estaba con otros compañeros en el coche.

En declaraciones a ElDesmarque, Pepe Mejías explica una situación muy dura: "Se pasa fatal porque no te entra en la cabeza. Primero mi mujer me dice lo del accidente del autobús. Inmediatamente me llamó Paco Baena para preguntarme si alguno de mis hijos está en Cádiz y yo le digo que uno está en Chiclana y otro va para Huelva. Paco me insistió en que mi hijo Fran estaba allí y yo le dije que me extrañaba porque iban a recoger a varios compañeros para irse a Huelva a un torneo".

"Tal y como cuelgo, le mando un mensaje a mi hijo y en vez de responderme me llama llorando esmorecido. Me fui para su casa y me contó lo que pasó. Ha vuelto a nacer. Si no llega a tener el coche arrancado, habrían fallecido. Estaban parados esperando a Javi Torres, un poco más atrás de la parada de taxi. Escucharon un ruido grandísimo, arrancó y salieron pitando. Se salvaron porque no tenían que meter la llave al ser automático el coche. Si no, habrían fallecido seguro".

Fran Mejías iba para Huelva para jugar con el Recreativo el campeonato de España de fútbol playa, pero por esta circunstancia finalmente no se desplazó. "No tenían cuerpo para nada", explica el padre. Fran profesionalmente seguirá jugando, pero ya se ha retirado de la selección nacional.

"Muchísimo ánimo a familiares y amigos de los fallecidos. Lo vivido hoy a escasos metros es algo que jamás deberíamos tener que vivir", ha escrito Fran Mejías en sus redes sociales.

Juanmi Mateo, otro compañero que iba en el coche, ha dicho que "hoy el destino me ha regalado un partido más". "Es inexplicable sentir que estás en un coche sin poder salir y ver que viene un bus a mil por hora prácticamente hacia donde tú estás y arrasando todo lo que tiene a su paso. No te haces una idea de lo atroz que son esas imágenes y ese sonido hasta que te toca vivirlo. Por dos metros, por tres minutos o por lo que sea, no era ni mi momento ni el de mis tres amigos", relata.

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