El mercado del Athletic Club (I)

Asís Martín 05 NOV 2017 - 08:01h.

Escribí hace un tiempo en este mismo medio, ElDesmarque Bizkaia, sobre los caladeros que el Athletic Club tenía para fichar, sobre como se reducían a las canteras de los equipos limítrofes y de nuestro entorno étnico, y sobre como venían bien aquellas cesiones de los Eraso, Eguaras, Guillermo, Gorka Santamaría, etc... a equipos de segunda división. Algo que se hizo para la formación y puesta en escena en el mercado profesional de esos jugadores. Y, de paso, para compartir vestuario con futbolistas de otras latitudes y con otro comportamiento en grupos de personas. Digo esto porque siempre es bueno que otras experiencias alimenten conocimientos a un grupo que tiene su educación en casa, sin otros horizontes que las montañas de los alrededores o la línea de su litoral. Pues como vemos que han vuelto pocos al vestuario del Athletic, y que el que lo ha hecho se vuelve a marchar pronto de Lezama, entiendo como balance final que esta formula no ha servido a su fin.

  Hace dos veranos se puso los ojos en Oyarzabal, jugador de la Real Sociedad y en Roberto Torres del C.A. Osasuna, este año en Berenguer del C.A. Osasuna y de Mikel Merino del Borussia Dortmund. Toda la masa social del Athletic Club (socios y aficionados), estábamos deseosos que todos esos fichajes fructificasen con el concepto de que el Athletic debería tener a los mejores jugadores de Euskal Herria; pero para nuestra frustración, ninguno ha venido.   OYARZABAL por fidelidad a su club de origen y porque la oferta económica-proyecto deportivo en expectativas de títulos que le ofrecía el Athletic no se diferenciaba con su club (poco cariño le iba a mostrar este jugador al Athletic).  ROBERTO TORRES, según la Dirección Técnica no parecía mejorar lo que tenía el Athletic aunque, curiosamente, este si quería pertenecer a la disciplina del Athletic y su costo no parecía excesivo; pero claro su club sí quería hacer negocio.

   BERENGUER, un jugador con prestaciones adecuadas a las necesidades del Athletic en su puesto, fue víctima de las disputas del Athletic y de Osasuna y de la exigencia de este último club, motivadas por su fragilidad económica y la falta de mano izquierda de la directiva del Athletic, recalando en otro club de otra liga europea (Nápoles).   MIKEL MERINO, jugador con potencial y con futuro, que era una promesa en ciernes. Aunque en su posición hay exceso de jugadores, el precio era asequible y con el superavit económico presentado, el fichaje se frustró por las condiciones que pedía el Borussia Dortmund, que no congeniaban con las expectativas que tiene el Athletic en el apartado de tener jugadores cedidos en sus filas o por incompetencia de los negociadores del Athletic.  Este fichaje, que era el más esperado, se torció y el padre del jugador, Miguel, compañero de Ziganda en Osasuna y amigo, ha explicado que no entiende la falta de interés que mostró el Athletic en tratar de fichar a su hijo Mikel, hoy día triunfando en el Newcastle de Benítez.

  Expresadas estas elucubraciones (no he estado en ninguna de las negociaciones) y más ante las dos últimas expresiones de la falta de capacidad negociadora de los responsables de la Junta Directiva del Athletic en el apartado de fichajes, yo me pregunto -y hago la pregunta al aficionado-: ¿estos jugadores han expresado el interés que tenían en recalar en nuestro Athletic, alto y claro, a sus equipos o a la Junta Directiva del Athletic, para formar parte de este club?  Porque señores socios y aficionados, sepan ustedes que el sentimiento Athletic no es el mismo el nuestro, el del hincha, que el de los jugadores. El que a veces se les exige, digo, porque ellos son profesionales y a la vista de jugadores que se les ha formado desde niños, -como Amorebieta o Fernando Llorente, u otros que se les ha traído y mostrado el sentimiento athletitzale como a Javi Martínez o Ander Herrera-, y aún asi se han marchado a conquistar otros horizontes -de forma legítima y aún siendo un reconocido athletitzale-, porque uno es un profesional y quiere tener su futuro asegurado.

  Llegado a esto, yo me pregunto si ante este inicio de temporada tan convulso y crítico con el juego, con las sensaciones, con el estado físico, con la calidad de algunos jugadores -baja en muchos casos-, en la comparación con otros equipos, ¿ES JUSTO?  Tenemos jugadores que quieren estar en el Athletic, jugadores que son de aquí, jugadores que salen de nuestra cantera, que cumplen con nuestra filosofía (no todos!!), tan alabada y elogiada por la afición, pero,... ¿ES VERDAD QUE ESTAMOS ORGULLOSOS DE ELLO?  Porque la exigencia de la afición y medios de comunicación ES MAXIMA. Queremos ser 'gallos' protagonistas y alcanzar el máximo de competiciones y no importa, ni tenemos en cuenta a quien nos enfrentamos, que lo hacemos en muchos casos a selecciones mundiales, y esto ahora no es como en los años 50 ó 60, o cuando solo había dos extranjeros por equipo como en los 70 ò 80, o los oriundos de los 90,...

NO!!!!, ahora estamos en una inferioridad manifiesta, pero nos escudamos en la frase de “solo queremos que sean competitivos, que luchen, que se esfuercen y jueguen al futbol”... y eso es una mentira tan grande como argumentar que Laporte, Saborit o Diarra son jugadores que cumplen con la filosofía -que alguien quiere perpetuar-, o como anteriormente lo fueron Mario Bermejo, Jose Mari, Dani Aranzubía o Llorente (nacido en Pamplona, eso sí).  Y somos tan ingenuos como para creer al Sr. Presidente, al que hay socios que le alaban el gusto por haber eliminado o expulsado o dado de baja a 150 niños del Centro de Tecnificación de Oion, ¿por qué exactamente?, por ser riojanos. Todo motivado porque al presidente alguien le pone en entredicho la pureza de la filosofía al haber fichado a Deiby Ochoa, defensa de origen colombiano que se trajo del Comillas (equipo convenido con el Centro de Tecnificación de Oion, por lo tanto con el Athletic) y por el fichaje de Youssouf Diarra, jugador de origen africano, nacido en Mali, que pasó de Catalunya al Ardoi y de ahí al Txantrea (equipo convenido del Athletic). Y esto hace cambiar la percepción de hasta hace pocas fechas con los equipos del Comillas y del Berceo.

  Señor presidente Josu Urrutia, usted no es muy cabal en sus argumentos!!!!  Expuesta esta primera argumentación (habrá una segunda parte) en relación a las dificultades y trabas que tiene este nuestro Athletic Club para conformar el equipo y que nos las ponemos nosotros solos, creo que NOS LO TENEMOS QUE HACER MIRAR!!!! Por Demetrio Eguia. Entrenador de fútbol, Socio del Athletic Club, colaborador de ElDesmarque y tertuliano de Onda Vasca