El enorme enfado del Sevilla y Rafa Mir con el Valencia

SevillaUna vez cerrado el mercado de fichajes de invierno, una de las operaciones más rocambolescas en LALIGA EA Sports ha sido una que no se ha dado. Cuando parecía que su cesión al Valencia CF iba a caer por su propio peso, todo se cayó, y Rafa Mir continuará en el Sevilla FC hasta el final de la temporada. Todo ello, con una última jornada de infarto que acabó de la peor manera. Rafa Mir quería marcharse al Valencia y en el Sevilla estaban deseando que así fuera. El ‘divorcio’ del jugador con la afición quedó más que patente con las broncas que recibió en el último partido en el Sánchez-Pizjuán, y las dos partes entendieron que lo mejor era una salida. Así las cosas, el jugador esperó hasta el último momento la oferta che, que llegó en la víspera del cierre del mercado. Después de varios vaivenes, ambos clubes llegaron a un acuerdo y Rubén Baraja le esperaba ya este viernes en la Ciudad Deportiva de Paterna, pero el jugador se entrenará en la José Ramón Cisneros Palacios, un día más. Frustrada la operación, el enfado del jugador y del Sevilla con el Valencia es enorme. Según indican desde el club nervionense, tras llegar a un acuerdo, el club valenciano fue cambiando los términos del acuerdo a lo largo de toda la tarde. Cambió primero los emolumentos que debía pagar al futbolista, que variaban en 100.000 euros y el Sevilla se ofreció a compartir esa cifra incluso, y cambió la cantidad de la opción de compra. Llegaban a acuerdos y, minutos más tarde, el Valencia decía que no, hasta que llegó un momento que la cuerda no daba más de sí y se rompieron las negociaciones. Una situación parecida a la que se produjo en el mercado veraniego.

Poco antes de las 22.00 horas, Rafa Mir llegó al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán junto a su nuevo agente, Rubén García, a intentar suavizar la situación ya que se había hecho a la idea de que se marchaba. En el Sevilla le hicieron ver que el culpable de la situación había sido el Valencia, mostrándole los documentos que así lo atestiguaban, y el delantero acabó muy enfadado con el club che. Rubén Baraja quería un delantero y en la capital del Turia pueden argumentar que lo intentaron hasta el último momento, pero la sensación es que nunca quisieron ir de verdad a por un jugador que se ha quedado compuesto y sin novia, con seis meses muy complicados por delante.