Una batuta para el Papu
El Sevilla FC tiene muchas virtudes y pocos defectos. Aunque cueste escribir y leer esto en una de esas semanas en las que el sevillismo se abandona al pesimismo después de un mal resultado, como el del sábado ante el CA Osasuna en Pamplona. Estuvo solo a un tiro desde el punto de penalti para ser magnífico, cosas del fútbol. Aunque, decíamos, todo el mundo ve defectos a este Sevilla dos días después de la batalla de El Sadar, no son tantos. Son más bien pocos, pero sí hay algunos que son acuciantes e, incluso, algo alarmantes. El que venimos a reseñar en este artículo es el de la falta de creatividad y, por suerte para el equipo, la solución la tiene en casa. Es posible que el Papu Gómez no saliera de inicio en Pamplona por una cuestión de descanso tras disputar dos partidos al otro lado del charco poco antes de viajar a Navarra. De hecho, la apuesta por Ocampos y Montiel le salió rana a Lopetegui, y Acuña ofreció uno de esos partidos a medio gas en el que apenas desbordaba por su banda. El Sevilla, como este año, fue en enero de 2021 a por todas en el mercado invernal y consiguió el que pudo ser el fichaje más sonado de todo el continente. El Papu Gómez, el talento que hacía bailar al sorprendente Atalanta, vestiría de sevillista. Ha pasado ya más de un año y la aportación del bonaerense quizás no es tan determinante como parecía, pero existe. Es evidente de que se trata de un jugador distinto, con un fútbol referencial y una personalidad diferencial.
Por eso, a este Sevilla rocoso al que prácticamente solo le falta creatividad, lo que le falta de verdad es un papel determinante y protagonista del Papu. Lo demostró en el campo de Osasuna, con algo más de media hora en la que se echó el equipo a la espalda, así como dos semanas antes ante el Celta en Nervión.
A este Sevilla rocoso al que prácticamente solo le falta creatividad, lo que le falta de verdad es un papel determinante y protagonista del Papu.
Con las llegadas de Martial y Tecatito para apuntalar las bandas, ha llegado el momento que tantos sevillistas esperaban. Que el Papu sea el hombre por el centro que aporte la calidad al equipo. Como vértice de un centro del campo de tres hombres o bien como mediapunta puro y duro. Su posición, ni más ni menos. Es hora de darle la batuta por fin. Un partido sí, otro más y otro también. Es el indicado. Merece la pena echarse en sus manos.
