La campaña histórica del Athletic acaba entre sollozos

Era la final más difícil y tristemente se cumplió el pronóstico. Nadie quería repetir lo de 2012 con Marcelo Bielsa pero se clavó. Tras tirar la final ‘ganable’ te presentas tocado en las fauces del Barça... Goleada al canto. No hay mayor mentira que soltar eso tan sobado ya de que “el fútbol nos debe una”. Falso. No le debe nada a nadie, nunca, ahora, qué canalla es a veces este deporte. Parece mentira que una temporada histórica como la del Athletic Club, con tres finales y un título ganado, acabe con esta desazón. Marcelino, sin ir más lejos, sale muy tocado con sus decisiones gastando buena parte del crédito de la Supercopa. La derrota de este sábado, 17 de abril, en el Clásico copero ante el FC Barcelona en La Cartuja de Sevilla por (0-4) unida a la de el día 3 ante la Real Sociedad va a disparar el consumo de Prozac en Bizkaia. Es una herida moral para la que no hay tiritas ni vacuna. Disculpen mi léxico, una jodienda. Ya van 6 finales consecutivas de Copa perdidas. Y cada vez se entiende menos por qué hubo que repetir alineación en Anoeta 4 días después de la primera final... ¿Para presentarse a esta con 3 hombres claves bajo mínimos? Por quedarse con cosas positivas, el equipo esta vez dio más la cara y la afición no hizo el ‘alicate’ ni en Lezama ni en Pozas. Pero el Barça fue muy muy superior y en la segunda mitad mató el partido ante un Athletic tan solo voluntarioso: 4 goles en 13 minutos. En solo 10 hizo tres dianas en un paseo a la mayor gloria de Leo Messi que se hizo eterno. Cada segundo parecieron horas y menos mal que Unai Simón sacó unas cuantas... Volvemos a quedarnos con aquello de saber perder, aplaudir en el césped al campeón, etc... Pero la gente está muy quemada. Los pesos pesados andan desdibujados y lo que queda de campaña va a ser una agonía de críticas y partidos para rodar chavales. Con este ‘mood’, que dicen ahora va a ser casi mejor que el Lehendakari abra los bares en Bilbao...

El once de Marcelino: con un Muniain que no debió salir y sin Yuri Berchiche
El técnico asturiano optó en esta segunda oportunidad por Unai López en su once y recurrió también al 'dudoso' -por su rodilla- Iker Muniain (vaya papelón del míster) y a Mikel Balenziaga. El zurdo de Zumarraga fue talismán en la Supercopa. El Barça tomó nota de ese partido por cierto y hoy metió 3 centrales como a veces hace Koeman. El plan de partido era claro, ser protagonista absoluto: al descanso la posesión era 82-18%. ¿Un ejemplo? Los culés empezaron con un rondo de 3 minutos y un poste de De Jong... Menos mal que Unai Simón pudo despejar el rechace porque el arranque fue como coger un cable de Alto Voltaje en una piscina. Todo lo hacía el Barça, hasta voltear a Unai López y a Dani García en unas amarillas claras que Martínez Munuera se limpió. Ahora... La primera tarjeta fue para Dani, cómo no.
No paraban de llegar los culés y fue un milagro no encajar ninguna en los primeros 20 minutos...
Mas el fútbol es así de impredecible: Iñigo Martínez fue quien casi marca en una estrategia en el 11'. El arma más factible, ya que las contras de Iñaki Williams no se materializaron en toda la noche más que en un par de centros al área. Le faltó un pelo al central de Ondarroa para anotar, pero entre la posesión del Barça y alguna pifia de Yeray y Unai López la verdad se sudó frío en los hogares de Bizkaia hasta que el duelo se estabilizó en un plan más cómodo para los rojiblancos.
Logró el Athletic equilibrar a partir de ahí el choque pese a que lo de Muniain no tenía un pase. No podía casi ni trotar, no tocó un balón y el capitán, claramente disminuido, fue cambiado por Lekue en el descanso. No tuvo ningún sentido su titularidad, ya que ni sumó ni ayudó a Balenziaga.

El Athletic retorna con Lekue y una lluvia de goles en 13 minutos
La entrada de Lekue obligó a De Marcos a irse adelante y antes de ver si funcionaba el tándem en la banda derecha Simón salvó a bocajarro primero una ocasión clarísima de Griezmann, a pase de Messi, y luego otra en un balón parado. Marcelino de la misma metió a Vesga para fortalecer el centro del campo con 3 hombres en la zona porque eso olía a funeral. Y lo fue. Vikingo además. En el 59', en una contra, Messi habilitó a Dest y este asistió a Griezmann para fusilar a Simón con el 0-1. Pronto llegó el 0-2 en una acción extraña de Iñigo Martínez que al inhibirse permitió rematar a placer a De Jong. La fiebre amarilla se apoderó del Athletic. Ya la noche era una feria sevillana. Según salen al campo Unai Núñez, Yuri y Villalibre Messi dejaba su sello con un tercero impecable y luego un cuarto (todo en 13 minutos) que ya dio ganas de apagar la tele -supongo- a todos los que estaban en casa. Los cambios no sirvieron para nada más que para deshacerse como equipo. Afortunadamente el VAR borró el quinto obra de Antoine. No sólo se certificaba la sexta final de Copa consecutiva perdida sino que encima tocaba un chorreo. Qué duro acabar así el curso realmente.

Hay que reponerse pronto de estas derrotas del Athletic, pero por Salud
Al Athletic no le queda otra que volverse a Bilbao para afrontar una semana con dos partidos de LaLiga Santander. El miércoles visita al Real Betis en el Villamarín y el domingo recibe al Atlético de Madrid en San Mamés. Ya, ya sabemos que perdidas las dos finales de Copa lo que queda de liga es como comer pan duro, pero les decía lo de reponerse sobre todo por su propia salud.
