Una vez más, los hechos demuestran que no podemos creernos todo lo que dicen las redes sociales. Y es que, son muchos los vídeos que alertan de que los desodorantes están detrás de un elevado porcentaje de casos de cáncer de mama, sobre todo por su contenido en aluminio. ¿Es esto cierto? ¿Qué dice la evidencia científica?
Ante la alarma social que están generando dichos vídeos, los profesionales han decidido desmentirlo apoyándose de la evidencia científica que existe hasta el momento.
"No hay estudios serios que lo respalden. Ni la OMS, ni la Sociedad Americana del Cáncer, ni ninguna entidad médica reconocida ha encontrado pruebas de que los desodorantes provoquen cáncer", deja claro el farmacéutico Álvaro Fernández en su cuenta de TikTok, @farmaceuticofernandez.
El aluminio es el principal ingrediente de los desodorantes que está detrás de todo este revuelo, cuya función es bloquear los poros e impedir la sudoración. La preocupación reside en que si el organismo absorbe este metal, a la larga podría estar asociado con el cáncer de mama.
Si bien es cierto que "hay pruebas de que el aluminio dentro del cuerpo puede provocar cambios en los genes y las células de una persona, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer", tal y como apunta un artículo de la organización 'Breastcancer', "se ha medido la cantidad de aluminio que se absorbe del desodorante por la piel y es un 0,012%", evidencia el médico José Manuel Felices Farias (@doctorfelices) refiriéndose a un estudio de 2001.
De hecho, esta cifra es mucho menor "que la cantidad que se absorbe a través del intestino por los alimentos durante el mismo periodo de tiempo", pues estamos expuestos al aluminio de muchas formas, añade la organización.
No obstante, aunque no produce cáncer, sí es cierto que se ha encontrado que el desodorante puede provocar otros problemas, sobre todo cutáneos.
Sin embargo, el aluminio del desodorante sí que puede provocar un gran susto en aquellas personas que se someten a una prueba. Y es que, cuando este metal se queda en la piel aparece en las radiografías como unos puntitos blancos, con apariencia muy similar a las "calcificaciones, que son uno de los signos de alerta de un posible cáncer de mama", matiza el Dr. Felices.
Para evitar este susto innecesario, "el día de la radiografía no uses desodorante ni cremas y si se te olvida y te echas, díselo a nuestros compañeros, los técnicos de imagen, que te darán una toallita para que te limpies".
Además de llamar a la calma, el facultativo recuerda que "ante la duda, consulta con tu médico, mucho antes que creerte un vídeo de las redes".