Kylian Mbappé no empezó el Mundial de Clubes 2025 con buen pie. Aunque al principio se pensó que al francés le había dado un golpe de calor por las altas temperaturas de Estados Unidos, pronto detectaron que realmente se trataba de una gastroenteritis aguda que le mandó al hospital.
Hasta el momento se desconocía a qué pudo deberse el malestar del madridista, sin embargo, el diario francés L'Equipe ha desvelado que las pruebas detectaron una intoxicación alimentaria y todo apunta a una bacteria en un pollo en mal estado.
Lo que le ha pasado a Kylian Mbappé no es algo fuera de lo habitual y que, de hecho, puede pasarle a cualquier persona, teniendo en cuenta que es una de las carnes más consumidas a nivel mundial.
Si bien el consumo de dicha ave de corral es una buena opción nutritiva, por su aporte de proteínas, vitaminas y minerales, cuando está crudo "puede estar contaminado con microbios como Campylobacter, Salmonella o Clostridium perfringens", señalan desde Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Al consumir pollo contaminado por alguna de estas bacterias es posible que provoquen una gastroenteritis, como le ocurrió al francés, cuyos síntomas más habituales son: diarrea, náuseas, vómitos, calambres abdominales, dolor e, incluso, fiebre.
En caso de que el pollo esté contaminado por una de las bacterias mencionadas, para evitar que estas afecten al organismo, es importante cocinarlo bien y asegurarse de que su temperatura interna asciende a 74 ºC.
Antes de cocinarlo, y aunque puede resultar contradictorio, la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido (Food Standards Agency) incide en que las carnes no deben lavarse porque "el grifo puede salpicar bacterias en las manos, la ropa, los utensilios y las encimeras" y contaminar otras superficies.
Por ello, también son cruciales las siguientes recomendaciones:
Además de estas recomendaciones, si el envase del pollo presenta alguna apertura, su olor es desagradable, el color no es rosado, la textura es resbaladiza y pegajosa o se ha superado la fecha de caducidad, es importante no consumirlo y desecharlo.