Skoda reimagina el mítico modelo 100 como berlina eléctrica

Skoda presenta un estudio de diseño que reinventa el histórico 100 -primer modelo de la marca que superó el millón de ventas- como una berlina eléctrica inspirada en la filosofía Modern Solid.

El proyecto, firmado por el diseñador Martin Paclt, recupera el espíritu del clásico sin caer en el retro puro y adelanta ideas clave para futuros modelos eléctricos de la marca.

Skoda vuelve a mirar a su pasado para proyectar el futuro y lo hace reinterpretando uno de sus modelos más emblemáticos: el Skoda 100. Este sedán, que entre 1969 y 1977 se convirtió en el primer vehículo de la marca en superar el millón de unidades producidas, es ahora la base de un concepto completamente eléctrico creado por el diseñador Martin Paclt. Aunque no existe intención de llevarlo a producción, el prototipo sirve de laboratorio creativo para explorar el diseño que marcará los próximos modelos de la firma.

El estudio de diseño evita conscientemente la fórmula del revival estético. Paclt ha buscado preservar el espíritu original del Škoda 100 -su porte, su silueta limpia y su carácter sencillo- trasladándolo a una berlina contemporánea que utiliza superficies fluidas, volúmenes generosos y el nuevo lenguaje formal Modern Solid. Este enfoque permite una reinterpretación moderna que mantiene un vínculo emocional con el clásico sin replicar sus rasgos literalmente.

La propuesta introduce elementos de iluminación que modernizan radicalmente la presencia del vehículo. La firma lumínica de cuatro elementos y las franjas de luz que recorren la carrocería, tanto delante como detrás, rinden homenaje a los detalles cromados del modelo de los 60, al tiempo que lo inscriben de lleno en la estética tecnológica que guía la nueva era de Skoda. El icónico gráfico ovalado que enmarca frontal y zaga también reaparece reinterpretado como sello visual.

Sin luneta trasera

Una de las decisiones más llamativas del diseño se encuentra en la parte trasera: la eliminación de la luneta. Paclt explica que la similitud entre la ventanilla delantera y la trasera del modelo clásico ofrecía una oportunidad creativa única. La eliminación del cristal posterior permite dotar a la zaga de superficies tan esculpidas como las del frontal y aporta una identidad distintiva que rompe convenciones. Además, esta solución abre nuevas oportunidades técnicas, como la integración de una entrada de aire elevada sobre la línea del techo, asistida por discretas rejillas laterales. Aunque el nuevo modelo es eléctrico, continúa necesitando refrigeración, y esta disposición remite a la arquitectura de motor trasero del Skoda 100 original.

El desarrollo del concepto comenzó con bocetos tradicionales a lápiz antes de pasar al modelado 3D. Paclt tomó como base técnica el actual Škoda Superb, lo que permitió ampliar dimensiones y reforzar la sensación de seguridad y aplomo. El resultado es una berlina que combina herencia y modernidad con un planteamiento realista, aunque orientado exclusivamente al diseño conceptual.

La reinterpretación eléctrica también se vincula simbólicamente al pasado: el concepto adapta el sistema de propulsión EV a un planteamiento inspirado en el motor trasero del original, subrayando el paralelismo entre ambos enfoques y reforzando la narrativa técnica del renacimiento del Skoda 100.

El modelo histórico en el que se inspira este ejercicio de diseño -el Skoda 100/110- nació como evolución del 1000 MB y mantuvo la configuración de motor y tracción traseros. Con potencias de entre 48 y 63 CV, el sedán destacó por su fiabilidad y personalidad, valores que este nuevo estudio de diseño recupera para trazar la hoja de ruta estética de Skoda en la era eléctrica.