El nuevo Skoda es, sin duda, el más espectacular de la marca
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Un regreso que encantará a los más nostálgicos
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Mejora al Skoda Kamiq en ventas y, para la mayoría, es mejor
El impacto visual ha vuelto a ser clave en Skoda. Y pocos ejercicios de diseño han generado tanta sorpresa como esta reinterpretación del mítico Skoda 100. Un modelo humilde, nacido hace casi seis décadas, que ahora renace convertido en un prototipo imaginado bajo los cánones estéticos más modernos de la firma. Un homenaje inesperado. Un diseño que, para muchos, es ya el más espectacular de la marca.
Así sería el Skoda 100 reinterpretado para la era de la transición eléctrica
El viejo Skoda 100 de 1969 era simple. Práctico. Muy de su época. Motor trasero, potencia justa y una carrocería que se ganó un lugar histórico gracias a su fiabilidad. Hoy, su reinterpretación cambia por completo las reglas. El diseñador Martin Pactl ha tomado ese icono y lo ha proyectado al futuro usando el lenguaje estético Modern Solid. Líneas limpias. Volúmenes robustos. Un aire premium que no deja indiferente.
El frontal es una declaración de intenciones. Fuerte. Minimalista. Sin la calandra clásica. En su lugar, una llamativa tira LED recorre el coche de lado a lado. Los faros redondos del original ya no están, pero la personalidad se mantiene. El paragolpes es sólido. Contundente. Moderno. El diseño transmite una sensación de solidez que encaja de lleno con los nuevos códigos de Skoda.
En el lateral ocurre algo parecido. Un perfil muy limpio. Muy ordenado. Aquí aparece el guiño más evidente al modelo de los setenta: una línea de cintura recta y marcada, inspirada directamente en el Skoda 100 original. Ese gesto clásico convive con proporciones contemporáneas que hacen del prototipo una berlina con presencia y empaque.
Una de las mejores reinterpretaciones que hemos visto
La zaga es lo más polémico. Lo más arriesgado. No tiene ventana trasera. Ha sido eliminada. Una decisión que otorga un aspecto futurista, deportivo y muy llamativo, pero que en un coche real podría comprometer la visibilidad. A cambio, aparece una zona posterior muy minimalista, con nuevas tiras LED y una toma de aire superior pensada para un sistema de refrigeración de un coche totalmente eléctrico.
Y pese a la polémica, el conjunto es brillante. Diferente. Muy Skoda, pero a otro nivel. Una reinterpretación que combina respeto por lo clásico con innovación pura. Muchos lo consideran ya el trabajo más inspirador que ha salido de los diseñadores de la marca.