El grave problema que afecta a los compradores de MG 

Morris Garage es una de las marcas chinas que más está triunfando en el continente europeo. Se ha convertido en la alternativa a Dacia preferida por los consumidores. También a precios muy ajustados, ofrece algunos plus respecto a la marca rumana: más potencia, más electrificación, mejor equipamiento.

Sin ir más lejos, el MG ZS es actualmente el segundo coche más vendido actualmente en España, con 10.644 unidades matriculadas en lo que va de 2025. Mientras que en abril fue el tercer coche más vendido, con 2.461 unidades vendidas.

Sin embargo, lo barato puede salir caro. A pesar del éxito comercial, empiezan a aflorar problemas graves que afectan a los propietarios. Medios como El País han documentado numerosos casos de clientes decepcionados con el servicio posventa, lo que pone en jaque la buena imagen que MG había construido hasta ahora entre los consumidores.

MG no se salva de los problemas de las low cost

El principal conflicto se encuentra en la postventa. Muchos clientes denuncian esperas de varios meses para reparar sus vehículos por falta de piezas, incluso de elementos tan comunes como espejos, paragolpes o radiadores. Esta situación supera ampliamente los márgenes habituales en la industria y está provocando un profundo malestar entre los usuarios.

En plataformas digitales especializadas, los conductores muestran satisfacción con su MG en lo referente al precio y funcionalidad básica, pero critican duramente la atención al cliente. Las opiniones son tajantes: "Un coche pagado y no he podido usarlo en cuatro meses", "Entrarás en el infierno si tienes que llevarlo al taller", o "Un cero al servicio posventa, no responden ni llamadas ni emails".

Inconvenientes con los recambios, retrasos en los talleres, servicio de asistencia precario…

Además, la calidad constructiva también está en entredicho. Expertos en peritaje señalan soldaduras deficientes, ajustes mal terminados y materiales de baja calidad, lo que refuerza la sospecha de que los problemas mecánicos solo están comenzando, a medida que aumente el número de MG circulando por España.

Si MG no corrige pronto estos errores, el riesgo de colapso en sus talleres es real. La marca puede ver comprometida su reputación si no mejora urgentemente su gestión de recambios y asistencia. Los usuarios ya están organizándose para presionar colectivamente a los responsables de la marca en España.