Vergüenza en Roma: retrasan la final femenina a las once de la noche y Kalinina acaba abandonando entre lágrimas
El torneo de Roma se ha visto salpicado por varias polémicas. Tras lo ocurrido en el Mutua Madrid Open, el siguiente Masters 1000 no se ha salvado de las críticas. Partidos de madrugada, enfado de los jugadores, gradas vacías… Parece repetirse lo ocurrido en la capital de España. Pero, el colmo llegó en la final femenina de este sábado.
Roma hace el ridículo
Arrancó todo mal en la jornada. La segunda semifinal masculina se suspendió por la lluvia y eso hizo retrasar todo lo que venía después: la final de dobles femenina y la individual. La incertidumbre saltó en la tarde del sábado. Nadie sabía si la semifinal entre Medvedev y Tsitsipas se iba a reanudar. Y, sobre todo, qué iba a pasar con los dos partidos de después. Un sin saber que también afectó al público ya que las personas que habían comprado la sesión de noche no sabían si iban a perder el dinero. Y es que el torneo de Roma no devuelve el coste de las entradas si se suspende por lluvia. Por tanto, la organización quería a toda costa que se jugasen los partidos el sábado. Sea la hora que fuese.
Update: play won't resume before 5:50pm.
— Internazionali BNL d'Italia (@InteBNLdItalia) May 20, 2023
¿Cómo se gestionó la jornada del sábado?
Daniil Medvedev y Stefanos Tsitsipas saltaron a la pista central bajo un cielo gris. Tras unos juegos, el juez de silla ordenó la suspensión del partido por la lluvia. Todo se paró en torno a las 17:50 de la tarde. La organización informó de la situación climatológica a través de su cuenta de Twitter. Una actualización que se hacía cada veinte minutos hasta llegar 21:15 de la noche. Si, más de tres horas sin saber qué pasaba. El torneo decidió que la final de dobles se pasara a la pista uno y así el público de la sesión de noche podía ir disfrutando mientras de ese partido.
Una maniobra de la organización para evitar que tanto jugadores como la gente se le echasen encima. Por tanto, tres horas después se reanudó la semifinal de chicos y empezó la final de dobles entre Jessica Pegula y Coco Gauff contra Storm Sanders y Elise Mertens. Una grada que, por cierto, se llenó. El aforo era bastante más pequeño que la central.
La final femenina en Roma, un caos
Para que Anhelina Kalinina y Yelena Rybakina saltasen a pista tenían que acabar esos dos partidos. Es decir, daba igual que el ruso y el griego acabasen su partido si el doble femenino seguía jugándose. ¿Por qué? Porque las entradas mandan. El dobles femenino y el individual correspondían a la sesión de noche. Por tanto, no podían celebrarse los dos partidos a la vez ya que el público tiene derecho a disfrutar de los dos encuentros.
Por tanto, hasta las 23:00 horas no saltaron a pista. "Según entendí, no tuvimos otra opción porque mañana tienen el horario completo. No podían ponernos mañana", comentó la ucraniana al finalizar el partido como crítica a la organización. Una final que la lluvia respetó. Aunque, acabó antes de los esperado. Y menos mal porque terminó pasadas las 12 de la noche. Kalinina se retiró en el 2-2 del segundo set al sentir que no podía más. Una pena ya que jugaba su segunda final de su carrera y la primera de un Masters 1000. Y es que llevaba la friolera de más de once horas en pista en cinco partidos. Más de cuatro horas en comparación con su rival. Así que Rybakina se coronó por primera vez como ganadora de Roma. La primera kazaja en conseguirlo.
El drama llegó en la ceremonia
El drama de la jornada no acabó ahí. Lo peor estaba por llegar. Todo fue mal en la ceremonia. Podría ser perfectamente la más desastrosa de la temporada e incluso del tenis en general. Primero, se saltaron el protocolo. Rybakina empezó hablando. Cuando siempre habla primero la subcampeona, en este caso Kalinina, y después la ganadora del torneo. Pero no fue así. Una decisión que desconcertó a todo el mundo. Incluso a las propias jugadoras que no sabían ni qué hacer. Nadie tomó las riendas de ese momento. Hay que añadir que Rybakina tuvo que dar el discurso entre abucheos del público hacia el director del torneo por el desastre de organización no sólo en la jornada del sábado, sino por las dos semanas de la competición. Incluso este improvisó que la juez de silla de la final dedicase unas palabras, ya que era italiana. Una decisión que llamó la atención ya que los árbitros no suelen hablar en las ceremonias.
La entrega de trofeos, un desastre
Pero, lo surrealista llegó en la entrega de trofeos. Rybakina pidió ella misma que le diesen el trofeo. Un gesto que hizo hacía una de las azafatas que se encontraba al lado de la copa. La kazaja no dio crédito a la situación. Pero, no acabó ahí. Una vez que se hicieron las fotos ambas jugadoras, llegó el turno de que Rybakina posara sola con el obsequio. Su entrenador, Stefano Vukov, fue quien le dijo qué tenía que hacer en todo momento. Una cosa que es propia de un miembro del protocolo del torneo. Pero, el técnico salió al rescate de su pupila.
Miglior premiazione di tutti i tempi pic.twitter.com/d4pKNBc70v
— TeIegrammiDiTennis (@TelDiTen) May 20, 2023
Un sinfín de sucesos de catastróficas desdichas que empañaron la final femenina. Incluso la jugadora francesa Alize Cornet estalló en sus redes sociales por lo ocurrido en la final femenina. Una situación que no es propia de un torneo como el de Roma y menos de un Masters 1000. Y es que hay que cuidar el tenis. Por el bien de todos.
A little sad to see that the women's final of one of the biggest @wta event of the season is starting at 11pm. Nobody in the stands of course, and not really cool for both players to start such an important match so late...
Why not put both men and women's finals tomorrow? #ibi23— Alize Cornet (@alizecornet) May 20, 2023
