¿Y cuál es el objetivo del Valencia para la próxima temporada?
El triste objetivo de este triste Valencia CF es lograr la permanencia. La realidad es así de cruda. Faltando 17 jornadas para que termine la temporada, la máxima ambición del conjunto valencianista es evitar el descenso. "El objetivo es salvarse. Vamos a dejarlo claro de una vez", sentenció Voro por si no había quedado claro después de sufrir una humillación histórica al perder por 0-4 en Mestalla frente al SD Eibar. Las palabras del entrenador hirieron sensibilidades, pero eran tan necesarias como realistas.
A nadie se le escapa que el Valencia CF atraviesa por uno de los episodios más turbulentos de su historia. La clasificación desnuda a un equipo que tan sólo ha sido capaz de sumar 19 puntos en 20 partidos y que se codea con los Osasuna, Granada o Sporting de Gijón en la parte baja de la tabla. Atrás, muy atrás, queda la época en la que la tercer plaza sabía a poco. La situación obliga a estar con el equipo para evitar males mayores. Una situación que, por cierto, es calcada a la que se vivió en el pasado curso.
La realidad del Valencia CF es que en todos los pilares básicos de un club de fútbol tiene responsables provisionales y sobre una estructura tan frágil es imposible construir un proyecto sólido
Resulta sencillo anticipar el guión de los próximos meses porque lo tenemos muy fresco en la memoria. El valencianismo se unirá detrás del hashtag de turno y llevará en volandas al equipo para asegurar la salvación. Dado el nivel de los competidores, no es un reto demasiado complicado. Basta con conseguir un par de victorias más para respirar tranquilos. ¿Y después qué? Esa es la pregunta que realmente me preocupa. Siento pavor al abrir esa puerta y asomarme a lo que puede suceder en el futuro si no cambian mucho las cosas.
¿Cuál será el objetivo del Valencia CF para la próxima temporada? Después de dos años sangrando con decepciones constantes y escuchando promesas vacías, la respuesta no puede ser halagüeña. Y menos viendo que desde los despachos se sigue el mismo modus operandi de la temporada pasada que ha llevado al Valencia CF a la situación en la que se encuentra. Desde Meriton se vuelve a decir que han aprendido de los errores y van a cambiar y van a crear una estructura y no quieren precipitarse y bla bla blá. Promesas, siempre promesas y pocos hechos. Cómo dice Voro, tenemos que asumir la realidad y la realidad del Valencia CF es desoladora.
La realidad del Valencia CF es que tiene al delegado como entrenador del primer equipo. La realidad del Valencia CF es que el máximo responsable de la dirección deportiva es el director de la Academia. La realidad del Valencia CF es que el máximo accionista no pisa Mestalla desde mayo del año pasado y la presidenta anda desaparecida en combate.
La realidad del Valencia CF es que en todos los pilares básicos de un club de fútbol cuenta con responsables provisionales. La estructura del club es de cartón piedra y, evidentemente, sobre una base tan frágil resulta imposible construir un proyecto sólido. El valencianismo debe unirse para ayudar a lograr la salvación, pero sin olvidar lo que viene al girar la esquina porque si no se logra forzar un cambio el futuro del Valencia CF puede ser aterrador.
