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Laskurain y el ejemplo del rugby irlandés
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Laskurain y el ejemplo del rugby irlandés

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Gontzal Sever

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El triunfo de Leinster Rugby en la Champions Cup celebrada en Bilbao el 12 de mayo, unido a la consecución de la Liga Guiness Pro-14 (Liga Celta) este pasado sábado 26 y al de Irlanda en el VI Naciones 2018, Grand Slam, incluido, ha sido el triunfo del modelo de formación de jugadores de Irlanda en general y de la provincia de Leinster en particular. "La calidad viene de la calidad, y no de la cantidad".

De los 45 jugadores profesionales que tiene Leinster, 37 son de formación propia. Es decir, que han salido de su sistema de cantera. Además de esos 37 jugadores de Leinster, hay otros cinco jugadores de esta región en Munster, tres en Connacht y varios en Ulster. Jordi Murphy, por ejemplo, jugará allí el próximo año.  Es más, de los 37 jugadores que Leinster utilizó en la Champions Cup, 30 se formaron en esta provincia, y de esos treinta, 26 crecieron en colegios de rugby de Dublín, Kildare y Wicklow. Así las cosas, resulta algo lógico que Clubes de toda Europa estén trabajando para intentar replicar el ejemplo de Leinster.
  El trabajo en los colegios  Leinster tiene 78 clubes afiliados y 155 colegios privados asociados. Estos colegios juegan sus propios torneos, el Senior School´s cup (sub-18) y el Junior School´s cup (sub-16) que a su vez se dividen en diferentes categorías.   Estos torneos son de gran importancia para los colegios participantes, los cuales son su principal objetivo deportivo. Se juegan de finales de enero a mediados de marzo, disputándose la final habitualmente el día de San Patricio (17 de marzo), en el actual terreno de Leinster Rugby, la Royal Dublin society (RDS), si bien en ocasiones incluso se ha llegado a disputar en el mismísimo Aviva Stadium, llegando a reunir más de 15 mil espectadores.  Normalmente los partidos se juegan entre semana, paralizándose parte de la actividad de los colegios, especialmente durante las fases finales para que los alumnos de los colegios puedan apoyar a su equipo. Estos partidos se diputan en el mítico y antiguo bastión de Leinster, Donnnybrook.  Entre los clubes de rugby y los colegios existe cierta "pelea" por retener a los chicos, de manera que aquellos clubes que tienen acuerdos o son "parte" de colegios de rugby tienen mayor facilidad para contar con jugadores de los colegios en su club, lo que no sucede en el resto de los casos.
  Los clubes de poblaciones reducidas en donde solo existe un único club como pueden ser Sutton, Clontarf, Greystones,etc.., están en una mejor situación dado que no tienen competencia. Sin embargo, en las localidades más pobladas, pese a contar con un mayor número de potenciales jugadores, al haber más de un Club, éstos deben competir entre sí por el mismo nicho de jugadores/as y en muchas ocasiones (caso de los clubes del sur de Dublin) en un reducido espacio de unos pocos kilómetros. Así, por ejemplo, Lansdowne, Bective Rangers, Old Wesley, Rail Union, Monkstown, Old Belvedere, Wanderers, BlackRock, UCD, se ubican en un territorio de unos 6 kilómetros cuadrados aproximadamente.  En Irlanda en general, especialmente en la provincia de Leinster y más en concreto en Dublín, el rugby es un deporte asociado a los colegios privados y a un segmento social con poder adquisitivo alto o muy alto y a clubes ubicados en la "zona noble" de la ciudad (zona de embajadas y mansiones): South Dublín, Ballsbridge, Sandymount, Ayslesbury Road, BlackRock, Donnybrook, Landsdowne, etc.  que constituyen la milla de oro del rugby Irlandes.  Lo mismo sucede en Inglaterra y Escocia. Es el mismo segmento social alto que en Irlanda donde más y mejor se practica el rugby. Allí también existen clubes, pero el centro neurálgico del rugby está en los colegios privados. No así en Francia o Gales, en donde el rugby se encuentra mayoritariamente en los clubes y el espectro social de los practicantes es mucho más amplio y transversal.
  "The Leinster Rugby Schools Belt" o cinturón de colegios de rugby de Leinster  Los colegios privados son colegios de rugby. Es el deporte más importante de todos los que se practican en estos colegios. Cuentan con unas excelentes instalaciones. Black Rock, por ejemplo, tiene unos 1200 alumnos y 12 campos de rugby de hierba natural; y Terenure College, unos 1.100 alumnos y nueve o diez campos, también de hierba natural. Además, tienen gimnasios, piscinas, pistas de atletismo, salas multiuso, etc.. es decir, todo lo necesario para la práctica del deporte.  Estos colegios contratan entrenadores de referencia y directores de rugby profesionales o semiprofesionales a lo que hay que añadir el número de horas de práctica deportiva que dedican los alumnos/as.  Los siguientes datos son reveladores de la influencia de los colegios privados en el rugby irlandés profesional: el 80% de los 37 jugadores de Leinster son de colegios privados; en Munster, el porcentaje es un poco menor, el 70%; y de los doce jugadores de la República de Irlanda que se alinearon en el partido contra Francia del último Seis Naciones, diez se formaron en colegios privados. En total, de 29 jugadores de la República, 21 provenían de colegios privados.
  ¿Qué ocurre en estos colegios privados?   Saint Michael's es ahora mismo el paradigma de la formación de jugadores en Irlanda, y destaca especialmente entre los colegios de rugby. Conocen perfectamente las exigencias del rugby profesional, de ahí que entre el 2% y 3% de los jugadores de su equipo senior, o sub-18, pasan a ser profesionales. Es el caso, por ejemplo, del flanker Dan Leavy, el segunda James Ryan o el medio melé, Luke McGrath, todos ellos de Saint Michael's.   Saint Michael´s cuenta con unos 600 alumnos, esto es menos de la mitad que Terenure o Black Rock por ejemplo, y de entre todos ellos, 450 juegan al rugby, y curiosamente no gana una Senior School's Cup desde 2012, cuando los últimos 6 capitanes de Irlanda sub 20 han sido jugadores de St Michael´s.  Los chicos del senior team (Sub-18) se auto exigen mucho. Su semana normal, si el sábado juegan un partido, comienza ya el domingo anterior, cuando cada uno tiene un vídeo con el desglose de la posesión, la touche, el ataque y la defensa. También se incluye un análisis individual y un feed back del entrenador. A todo ello añadir que, además, tienen acceso a una base de datos con el rendimiento físico personal y el de sus compañeros. El lunes, a las siete de la mañana, la mitad del equipo va al gimnasio antes de entrar en clase.
A la una, durante la comida, ven un vídeo con el análisis del equipo. A la tarde, después de clase, sobre las cuatro, entrenan unos 75 minutos. El martes, la otra mitad del equipo va al gimnasio. Unos van martes y jueves, los otros s lunes y miércoles. El miércoles, o juegan un partido contra otros colegios, o hacen un entrenamiento por separado, tres cuartos y delanteros, previa sesión de vídeo. El viernes, 75 minutos de entrenamiento, vídeo específico del partido y un análisis individual, y el sábado, el partido.
  En verano también tienen la opción para apuntarse, previo pago (aquí todo es de pago) a campus de fuerza y acondicionamiento, técnica de carrera, de levantamiento de pesas, charlas de sobre nutrición, etc...  Una de las claves es el trabajo de las capacidades motrices básicas entre los 6 y 9 años para a posteriori, entre los 9 y los 15 años, comenzar, de manera progresiva, con las primeras pinceladas de una formación de orientación más específica, sin perder de vista la formación atlética general, con un plan de formación atlética de jugadores a largo plazo (la Federación Vasca de Rugby presentó el suyo el año pasado), que respete los procesos de maduración y de desarrollo de cada individuo.
Esto queda grabado en el sistema nervioso y será la base de cualquier actividad física o deporte que practiquemos en el futuro. No solo el rugby no es un deporte mayoritario, sino que un colegio privado con menos alumnos saca más jugadores internacionales que otros con más escolares. Por eso digo que la calidad viene de la calidad y no de la cantidad.  ¿Cuál es el resultado de todo este trabajo?   Que en el equipo profesional de Leinster hay 10 jugadores de Saint Michael´s y otros cuatro en la academia.  Leinster, además del equipo profesional, cuenta con una academia en la que 22 jugadores son formados durante tres años, de los 18 a los 20 o 21 años, por medio de un grupo de trece entrenadores “full time” que trabajan el rugby, la nutrición, fuerza y acondicionamiento y vídeo análisis. También cuenta Leinster con una subacademia en donde durante dos años se forman alrededor de 35 jugadores a quienes se les enseña igualmente las nociones básicas de desarrollo, fuerza, alimentación, juego, etc...
  No todo es rugby en los colegios  Lo más importante es acabar los estudios. Así el 99% de los alumnos acaba el bachiller. Son conscientes de que solo unos pocos van a poder ganarse la vida jugando a rugby, y las lesiones son un riesgo que siempre está ahí y que puede truncar una prometedora carrera deportiva en sus comienzos.  Es por otro lado cierto que estos colegios otorgan una gran importancia al rugby, no solo ya como una actividad físico-deportiva, sino también como herramienta para lograr dar a sus alumnos una buena educación. El rugby les aporta la cultura del trabajo; del esfuerzo; del sacrificio; de la humildad; del trabajo en equipo; de la superación y del respeto a las normas.  Los Clubes  Como ya he expuesto antes además de los colegios privados, donde prima la práctica del rugby, también existen los clubes. Hay jugadores que pueden no destacar inicialmente en sus colegios, o no estudian en ellos, y practican el rugby en un club.
  Entre los clubes existen algunos que su única ambición es disfrutar de la práctica del rugby, esto es, el placer de jugar y entrenar un par de veces máximo por semana sin ánimo ni intención alguna de pelear por ascender de categoría o competir en el sentido estricto de la palabra. Es lo que se podría denominar como “rugby social”.  Los ojeadores de talentos también están atentos a aquellos jugadores que maduran más tarde y se forman en los clubes, como pueden ser los casos de Tadhg Furlong, o Sean O'Brian, quienes crecieron fuera de este cinturón de colegios del rugby de Leinster y llegaron al equipo dublinés a través de sus respectivos clubes. Existen varias competiciones de categoría amateur, en donde se ubican estos clubes: “All Ireland”, sería como una división de honor A y B; competiciones de carácter metropolitano y provincial.   La situación de cada uno de estos clubes es completamente diferente, pero es un hecho cierto que a pesar de que el rugby en Irlanda en los últimos 20-25 años ha crecido en popularidad (considerado "British and rich sport"), no todos los clubes pueden llegar a completar sus equipos, especialmente en las categorías más jóvenes (sub-20, sub-18, sub-16, sub-14,) y algunos tienen serios problemas para completar también sus XV senior.
  Se ha pasado de un rugby de participación (de participantes) a uno de expectación (espectadores).   Contrato centralizado  Otra de las razones del milagro de Leinster, y de Irlanda en general, es el contrato centralizado a imagen y semejanza del que está implantado en Nueva Zelanda con los All Blacks desde hace años. Prácticamente 150 jugadores tienen contrato con la Federacion, y no con los clubes. Con ello se consigue una optimización del rendimiento del jugador, ya que se logra mejorar su condición física, al tener un mayor descanso, lo que le proporciona más frescura a la hora de afrontar los partidos más trascendentes con su Club o con la selección del trébol.
Así, por ejemplo, un jugador internacional francés perteneciente a un equipo del top-14 que alcance las finales del campeonato, (en Francia los jugadores "son de los clubes"), juega entre 40 y 45 partidos al año. En Inglaterra sucede lo mismo, pero en Irlanda, un jugador internacional, por contrato, solo puede jugar un máximo de treinta partidos sumados los jugados con su provincia y con la selección.  Además, la Federación decide qué jugador juega con cada provincia y si observa que tiene que cubrir huecos o carencias en los equipos, desplaza jugadores. Así mismo la Federación supervisa los fichajes, y el número de extranjeros está limitado y supervisado.   Leinster, Munster, Ulster y Connacht son las cuatro selecciones provinciales irlandesas, y en este momento, dado el éxito de Leinster se dice que está habiendo una “leinsterización” del rugby irlandés, ya que Leinster tiene superávit de jugadores y los mismos están siendo repartidos por los equipos de las otras provincias.
  Un deporte minoritario en países con poca población  Hay que recordar que en Irlanda el rugby no es el deporte mayoritario. En primer lugar está el fútbol -soccer- con casi 600.000 licencias, luego el deporte gaélico, con 500.000, y detrás, a bastante distancia, el rugby, con 150.000.   En cuanto al número de clubes, en Irlanda hay unos 2.800 clubes de soccer, 2.500 de deportes gaélicos, unos 450 de ciclismo y 430 de golf por y 224 de rugby. Por todo ello el rugby se considera en Irlanda el mayor de los deportes minoritarios.  Toda Irlanda tiene unos seis millones de habitantes, y Nueva Zelanda, cinco, y son los dos países que ahora mismo encabezan el ranking mundial. Nada que ver con las cifras de Francia (67 millones de habitantes y más de 1800 clubes) o Inglaterra (53 millones de habitantes y más de 1800 clubes).   En Francia, por ejemplo, el rugby es el cuarto deporte y curiosamente donde principalmente se practica es en el sur del país. El primer deporte es el fútbol, con 1.962.241 licencias en 2016; tras él, tenemos el baloncesto con 641.367, el balonmano con 518.000; y el rugby con 381.000. También en Australia el rugby se encuentra por detrás del fútbol, el cricket, el netball, el fútbol australiano y el baloncesto.  Entornos apropiados (instalaciones, competiciones, gestores, familias que apoyen) para el desarrollo de la actividad y de la persona y calidad en la formación, disciplina, auto-exigencia, sacrificio y horas muchas horas, son la clave por eso, dejando a un lado a las islas del pacífico, Fidji, Samoa y Tonga, dignas también de estudio, pero con unos aspectos genéticos y sociológicos muy particulares, Leinster e Irlanda son un ejemplo para el rugby; Leinster es un ejemplo para Irlanda y St Michaels es un ejemplo para Leinster. Unos pocos, son el ejemplo.  Por Iñaki Laskurain, Presidente Federación Vasca de Rugby (Euskadi Rugby)

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  1. Juan Carlos

    Fantástico artículo iñaqui. Hay muchos puntos de referencia para la toma de decisiones en España.

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