Goleada para seguir soñando con la Copa

El Valencia solventó sin apuros el trámite de Los Cármenes e hizo bueno el 4-0 de la ida para clasificarse para cuartos de final de la Copa del Rey. Los de Gary Neville, con un once plagado de jugadores menos habituales, ganaron por cero goles a tres gracias al tanto de cabeza del canterano Wilfred Zahibo, que jugaba su tercer partido con la camiseta del elástica valencianista, y a los de Paco Alcácer, que aprovechó el primer balón que tocó nada más saltar al campo en la segunda mitad en lugar de Negredo (capitán ayer), y de Piatti al transformar un penalti provocado por Bakkali en los últimos minutos.  

Partido sin historia, soso y que no pasará a los anales de la historia del fútbol, pero que sirve a los de Mestalla para avanzar una ronda más en la Copa, una competición en la que el Valencia tiene depositadas buena parte de sus esperanzas de éxito en la presente campaña tras la irregular trayectoria en la Liga.  
Gary Neville revolucionó su once para afrontar el partido de vuelta de octavos de final de Copa y dio entrada hasta nueve novedades. De los que saltaron en Anoeta, únicamente repitieron Mustafi y Cancelo, éste como interior derecho en vez de lateral izquierdo. Ente las novedades, las más destacadas fueron la presencia de los canteranos Zahibo y Fran Villalba.
Cuando parecía un auténtico milagro que el partido llegara al descanso sin goles del Granada, el Valencia sacó tres ramalazos de clase y resolvió.
Con un once de circunstancias el equipo saltó al estadio de Los Cármenes con una empanada monumental. El 4-0 era una renta inmejorable, pero en apenas 30 minutos el Granada tuvo ocasiones para igualar dicho marcador o, en el peor de los casos, recortar la diferencia. Fran Rico, Mainz, El Arabi y Success probaron fortuna y siempre se encontraron con las manoplas de Mat Ryan, espectacular y acertadísimo como cada vez que juega, los palos y la falta de acierto propia. 
Las llegadas andaluzas eran constantes, la pájara del Valencia inmensa. El 1-4-1-4-1 de Neville hacía aguas por todos los lados y el equipo tardó casi media hora en despertarse y empezar a controlar la situación. Nada parecía preocupar porque la renta era muy grande, pero el equipo estaba inseguro en defensa, sin claridad a la hora de sacar la pelota y desaparecido en ataque.

Cuando parecía un auténtico milagro que el partido llegara al descanso sin goles del Granada, el Valencia sacó tres ramalazos de clase y resolvió. Primero, Negredo, desde medio campo, probaba a Kelava en el 35; después peinaba un balón para que Fran Villalba forzara el córner y, a la salida del saque de esquina, Zahibo de cabeza ante la cantada del meta local establecía el 0-1. Eliminatoria más que sentenciada y equipos al túnel de vestuarios.

Paco Alcácer salir y besar el santo 

El resultado cambió la disposición del partido. El Granada bajó su intensidad y el Valencia lo aprovechó para dormitar. Zakaria Bakkali saltaba al campo en lugar de Cancelo. Poco después sería Alcácer el que saltara al campo por Negredo. Cambio de delantero y de capitán. El de Torrent entró y besó el santo. A la primera que tocó, Alcácer la metió para dentro. Zahibo recuperaba, Danilo lanzaba el pase en profundidad y Alcácer batía por bajo a Kelava. Alcácer remataba la faena y un poco a Negredo, que tras sesenta y tres minutos veía como su sustituto marcaba a las primeras de cambio.
El tercer cambio fue Diallo. El central del Mestalla salió al campo por Danilo. Black Power en la medular y partido controlado. Quedaba únicamente por vivir la sentencia. Bakkali se iba a de todos sus rivales y era cazado cuando encaraba ya al meta granadino. El belga se quejaba tanto del Pubis que Piatti fue el encargado de lanzar la pena máxima y establecer el 0-3 definitivo; un resultado justo pero quizá demasiado amplio para lo que mostraron los dos equipos sobre el campo.