Enzo Pérez, el 'súper 8'

Mestalla no sólo tenía ganas de ver a dos delanteros, también al doble pivote que Nuno alineó ante el Granada porque es la fórmula actual que el técnico ché utiliza para poder ver a los dos delanteros sobre el césped. Cuando el sistema defensivo sea más férreo, más adelante se planteará ya el 3-5-2. Pero bueno lo importante era ver la sala de máquinas del equipo, ver a Enzo Pérez jugar de '8', en el doble pivote y el internacional argentino sacó su ADN 'guerrero'. Dejó uno de sus mejores partidos con la camiseta ché, en todas las batallas, achicando, sacando el balón e incluso buscó el gol. Y eso que vivió sobre el alambre 45 minutos, desde que vio la amarilla hasta que fue sustituido.

Enzo se situó por detrás de Dani Parejo, cubriendo su espalda para que el de Coslada pudiera desarrollar su fútbol y para que basculara a ambas bandas en busca del dos contra uno junto a Soso y Bakkali. Pero para que el de Coslada pudiera hacer ese trabajo, Enzo tuvo que tapar huecos, mandar en la medular ante tres rivales que dificultaron mucho en el inicio. El internacional albiceleste taponó las subidas de Fran Rico y de Khrin, pero es verdad que en los primeros 15 minutos sufrió de lo lindo porque Sandoval puso a Márquez entre líneas en busca de sacar también de sitio a Enzo.
Con el paso de los minutos, el Valencia se fue asentando en el campo y también un Enzo, que tras hablar con el capitán ché por fin dominaron el centro del campo. El partido del argentino fue perfecto ya que no erró prácticamente pases porque se marchó de Mestalla con un 96% de acierto en el pase, ganó 70 duelos directos con sus rivales y fue un auténtico soldado. En sus cinco recuperaciones, el argentino proyectó al Valencia al ataque. Fue su mejor partido jugando de clásico '8' y es una buena noticia para Nuno. Mestalla le agradeció el esfuerzo con una gran ovación en su salida del campo.   

Dani Parejo trabajó en la sombra

Pero la pareja la forman dos y el otro actor principal fue Dani Parejo, que lució menos que de costumbre, no estuvo bien, pero es verdad que trabajó mucho y se desfondó. Quedarse con el taconazo errado en el tramo final del partido es injusto porque le tocó jugar sin tener la 'escoba' asturiana, el '18'. Y es que vivió menos arropado que de costumbre porque no tener al lado a Javi Fuego lo dificulta todo un poco más. Parejo siempre buscó descongestionar el juego ché, evitó la presión del rival asociándose con todos, ayudando a la salida natural por banda a Feghouli y Bakkali y jugó más adelantado para ser el nexo de unión con los dos puntas, pero llegó fundido a esos últimos cinco minutos del choque y fue entonces cuando llegó ese taconazo que encendió a Mestalla.