El uno por uno del Sevilla: algún notable, varios aprobados y suspensos en la remontada de este jueves

El Sevilla FC ha vuelto a la senda de la victoria en un partido muy sufrido ante el Espanyol, que se ha decantado con un gol de Pape Gueye, el mejor del partido, en el tramo final del encuentro.

En ElDesmarque analizamos, una por una, las actuaciones de los jugadores de Mendilibar:

Dmitrovic (4): Salida a medias nada más empezar que despertó los fantasmas del partido del lunes. Aunque Puado chutó bastante bien, la pelota no iba tan esquinada y parece que pudo hacer algo más. Cada vez se entiende menos la suplencia de Bono, Dmitrovic es un buen portero, pero el marroquí es extraordinario.

Navas (5): Partido de mucha lucha, incómodo. Nervio, como siempre, y colaboración delante y detrás. Acabó jugando como extremo tras la lesión de Bryan Gil. No tuvo el día en sus centros.

Gudelj (7): Echó mucho de menos a Badé como pareja en el centro de la zaga, pero aún así volvió a cuajar un magnífico partido, yendo bien al corte, por arriba y sacando la pelota con criterio. Y eso que su compañero no ayudó.

Rekik (4): Fuera de cacho durante casi todo el partido, un Joselu de bajo nivel se lo hizo pasar muy mal. Se metió, además, un gol en propia puerta, aunque me gustaría que alguien explique el motivo por el que no se considera que el delantero espanyolista incide en la jugada.

Alex Telles (0): Es demencial que, con un compañero en el suelo, Alex Telles pierda una pelota que genere el gol del empate espanyolista por no tirarla fuera. Una falta de concentración y de tensión inaceptable. El resto de su partido fue esperpéntico, sin ninguna acción positiva para su equipo. Fue cambiado en el descanso, cómo no.

Rakitic (5): Le cuesta muchísimo cuando no tiene a su lado a un mediocentro defensivo específico como Fernando. Estuvo algo gris, pero tiró de galones en el tramo final.

Pape Gueye (8): No es mediocentro defensivo y con él haciendo esa función, el equipo se parte y tiene un agujero en el centro del campo. Eso sí, en ataque su electricidad e incluso anarquía aporta mucho. Provocó el penalti del 2-2 y marcó el 3-2 con un magnífico movimiento en el área para atacar el primer palo y dar una nueva victoria al Sevilla.

Óliver Torres (4): Falló una muy clara nada más empezar y poco más se supo de él hasta que fue cambiado en el minuto 90. En una posición tan importante como la de mediapunta, no se puede pasar un partido prácticamente desaparecido.

Suso (5): Malísima noticia la de su lesión. A la media hora se tuvo que retirar echándose la mano atrás. Pinta mal y estaba siendo de los mejores del equipo en las últimas semanas. Intentó, con su calidad, conectar con Rafa Mir en el tiempo que estuvo sobre el campo.

Bryan Gil (6): Entró a última hora por las molestias de Lamela. Se desquitó pronto de sus errores del lunes haciendo el 1-0 en una jugada que tuvo que ser revisada por el VAR. Se marchó con problemas físicos tras otro partido de mucho esfuerzo y de frustración por las decisiones arbitrales.

Rafa Mir (2): Es difícil encontrar a un delantero tan alto que sea tan intranscendente en el juego aéreo. Estuvo presente en la jugada del 1-0. Poco o nada más.

Ocampos (7): Salió para sustituir a Suso a la media hora y aportó la electricidad que necesita el Sevilla, aunque sigue algo acelerado como en los últimos partidos. Marcó con solvencia un penalti de compromiso y también envió un cabezazo al larguero. Participó también en la jugada del gol de Pape Gueye.

Acuña (6): Sin brillar demasiado -se le nota fatigado- fue fundamental en la remontada con la asistencia a Pape Gueye. Tiene que jugar siempre, pero es que no puede, y el relevo deja muchas dudas.

En-Nesyri (5): Presencia en el área e intimidación a los rivales. Incluso algún remate que pudo haber sido gol. Todo lo que no aportó Rafa Mir.

Montiel (5): Cumplió con creces su cometido en los minutos que jugó. Bien el argentino, que cuando sale del banquillo suele ofrecer mejores prestaciones.

Badé (s.c.): Salió para mantener el resultado en el descuento.

Mendilibar (5): Vuelta a la senda de la victoria en el que, probablemente, ha sido su peor partido desde que llegó al Sevilla. Rotó mucho y el equipo se pareció durante mucho tiempo al que le ha hecho pasar tantas calamidades al sevillismo. Urge plantearse lo de la portería. La banda izquierda era un coladero y con los cambios, metiendo a los buenos, la mejoró. Ha conseguido el objetivo para el que llegó, la permanencia. De lo que venga, en Europa y en LaLiga, dependerá su futuro.