Nadie quiso evitar el tostón

Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla y su afición han sufrido esta tarde el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa el Rey, en el que ha ganado el Mallorca de forma infructuosa pues el 0-5 de la ida ya había sentenciado la eliminatoria. 

Que todo estaba setenciado era ya consabido por los profesionales que tenían que saltar al campo, por los entrenadores que sacaban a los menos habituales y por los valientes aficionados sevillistas que pusieron fe y confianza para acudir a una hora intempestiva al Sánchez Pizjuán. Lo que esperaban en todo caso los valientes aficionados sevillistas era algo de intención, algún detalle que recompensara el esfuerzo. No lo encontraron.

No lo encontraron en el resultado, pues el Sevilla perdió su primer partido en la Copa del Rey, tampoco lo encontraron en los jugadores, pues ni los que estuvieron ni los que salieron se aplicaron de verdad, ni tampoco lo encontraron en el entrenador, que se dejó querer para hacer debutar a Gonzalo (previas molestias de Babá), que sacó a Stevanovic al descanso y que dejó a Cotán en el banquillo.
Dejando al margen el gol anecdótico de Manu y la relajación de Cala, que ayudó en los dos goles bermellones, el partido dejó la titularidad de Alberto Moreno, que al menos puso ganas, el debut de Gonzalo, que disputó sus primeros 10 minutos en el primer equipo, y los primeros instantes de Stevanovic. El bosnio estuvo, como es lógico, discreto. Lo que mejor mostró fue su centro. Parece, al menos en los pocos minutos disputados, que tiene un buen golpeo. Poco más se le pudo ver, pues tampoco destacó.
Tampoco destacaron otros jugadores que se supone que tienen que demostrar que son alternativas válidas a los titulares. Pero claro, para demostrarlo tienen que serlo y, por ejemplo, Babá, ni lo parece ni lo es. 
El partido 'trotón' del senegalés merece mención aparte. Y sus números, también. Ni un solo remate a puerta (el que hizo fue invalidado por fuera de juego) en los 79 minutos que disputó. Pasó inadvertido, como los 12 meses que acumula en el Sevilla. O se pone, le ponen las pilas, o su cesión al Sporting de Lisboa es la mejor de las posibles propuestas que puedan llegar a Nervión en mucho tiempo.
Por destacar algo, al margen de los minutos de Stevanovic, Alberto Moreno y Gonzalo, que los debuts y los minutos para canteranos siempre son positivos, Kondogbia sigue creciendo y cogiendo más y más peso en el centro del campo del Sevilla.
Su equipo lo va a necesitar, porque no despega ni en 'pachangas' como las de este miércoles. Al menos, ya está en cuartos de final.