Marc Gual y el viaje a ninguna parte

Marc Gual volverá al estadio de La Romareda el próximo lunes. En esta ocasión, el delantero catalán lo hará vistiendo la camiseta del Alcorcón, la última parada hasta la fecha de una errática trayectoria deportiva en la que no ha acabado de encontrar el nivel que se podía esperar de él.

Criado en la cantera del Espanyol, podría decirse que Marc Gual cuenta con el peor de los defectos de aquellos jugadores formados en equipos grandes, la suficiencia. Un talento presupuesto al que, durante demasiado tiempo, el fútbol le resultó un ejercicio demasiado fácil. Ante la falta de exigencia, la relajación lleva, en ocasiones, a perderse en la autocomplaciencia.

Algo así podría definir la trayectoria de Gual, que abandonó pronto el Espanyol para marcharse al filial del Sevilla, con el que no tardó en deslumbrar en su aterrizaje en LaLiga SmartBank. Capaz de anotar 13 goles en 24 partidos en un equipo con el viento a favor y un marcado talante ofensivo, ya que a pesar de acabar en 13ª posición, fue el tercer máximo goleador. Allí la progresión se frenó con el cambio de entrenador, de Diego Martínez a Tevenet, que apenas le dio continuidad a principio de temporada, para después dejar de confiar, en una temporada en la que apenas anotaría un gol en 24 encuentros disputados.

El paso de Marc Gual por el Real Zaragoza

Pese a las dificultades, siguió siendo una de las esperanzas de la cantera sevillista. Con la esperanza de llegar a ser importante en el primer equipo algún día abandonó la trayectoria de filiales para afrontar las dificultades de un nuevo reto. Ninguno mayor que el Real Zaragoza. En La Romareda dejó destellos, pero la falta de acierto y de actitud acabó por condenarlo al infierno de los jugadores más cuestionados por la siempre exigente afición blanquilla.

De ahí a Girona, donde pareció encontrar un buen lugar para volver a despuntar. Tras marcar cuatro goles en la primera mitad de la campaña abandonaba por sorpresa el equipo catalán para volver a la comodidad del filial, en esta ocasión la del Real Madrid Castilla. Un paso atrás que comenzó bien, con goles en sus dos primeros partidos pero que, como todo, se vio frustrado por la pandemia.

Ahora Marc Gual está de vuelta en la categoría de plata, partiendo desde la modestia de un equipo como el Alcorcón, que lucha por no bajar. Fijo en las alineaciones, cuenta cinco goles en su haber, tres de ellos desde el punto de penalti. Amenaza para el Real Zaragoza, el jugador catalán trata de enderezar su rumbo para no verse condenado a confirmar que se encuentra embarcado en un viaje a ninguna parte.