Noche de VAR en La Romareda

El Real Zaragoza recibía en La Romareda a un rival directo en la lucha por el objetivo del ascenso, el Girona. Los de Víctor Fernández querían continuar con el buen juego y buscar un resultado positivo en casa para afianzarse en los puestos altos de la clasficación. Sin embargo, las cosas no comenzarían de cara para los aragoneses y el colegiado del encuentro, Ortiz Arias tomaría algunas decisiones muy polémicas para el devenir del partido.

El Girona se adelantaría rápido en el marcador. En el minuto 19, una buena jugada de Pablo Maffeo por la banda derecha acabaría en gol. El lateral argentino ponía un gran centro raso que mandaría Borja García al fondo de la red. Tras el gol llegaría la primera jugada polémica del encuentro. Javi Puado recogía el balón dentro del área y el delantero catalán era agarrado por un defensor del Girona y se desequilibraba. Todo el Real Zaragoza reclamaba la pena máxima, pero el árbitro madrileño consideraba que no era suficiente para decretar penalti.

El ambiente en el estadio se comenzaba a caldear y el público empezaba a inquietarse con las acciones del arbitro. La siguiente jugada polémica y que marcaría el partido llegaría en el minuto 27. Iñigo Eguaras se hacía un lío con el esférico y Stuani le robaba la cartera, pero cometía falta sobre el navarro. Sin embargo, la jugada continuaba y Borja García metía el segundo gol. El VAR revisaba la acción, pero el Ortiz Arias no veía nada punible en la acción.

Pero esto no acabaría aquí, el VAR y el colegiado serían claves en el devenir final del partido. El madrileño señalaría dos penaltis, uno para los aragoneses y otro para los catalanes en el útlimo cuarto de hora de encuentro. Ambos por dos manos, una de Ramalho y otra de Guitián. Además, Ortiz Arias tan sólo añadiría cuatro minutos al final del encuentro, algo escaso para las excesivas pérdidas de tiempo que hubo.