Tres errores empañan una gran noche del Real Zaragoza

La lluvia que ha amenazado a la capital aragonesa durante la tarde, dejaba de caer sobre La Romareda justo al pitido inicial del choque. El Real Zaragoza recibía al Girona en un duelo entre dos equipos cuyo objetivo no debe ser otro que el ascenso.

El partido comenzaba sin chispa. Primeros compases con mucho juego de medio campo pero sin llegadas a las áreas. Sin embargo, el Girona iba a ser el primero en asaltar el arco de Ratón al minuto 20. Centro lateral raso de Maffeo, al cual Nieto no achica lo suficiente, y el balón llega al primer palo. Ahí estaban disputando la posición Guitián y Borja García. El centrocampista, que con total facilidad, remataba ante un Ratón que no podía hacer nada. Jarro de agua fría para los de Víctor, que volvían a mostrar sus carencias defensivas y dejaban al Girona estrenar el luminoso del municipal.

Con el gol el Girona parecía venirse arriba. Pocos instantes después, Stuani perdonaba el segundo. El ariete controlaba con el pecho un centro lateral, pero al bajar el balón se resbalaba. Ahí llegaba atento Grippo para acabar con la opción. Sin embargo, antes de llegar a la media hora de partido, el Real Zaragoza sufría una serie de despropósitos que le dejaban moribundo por el césped. Stuani, quizás con falta, roba un balón en medio campo a Eguaras, que estaba demasiado tranquilo como para ser el último hombre. El 'charrúa' se la regalaba a Borja García, que ante un resbalón desafortunado por el agua que había caído minutos antes de Grippo, se plantaba solo ante Ratón. Definición perfecta al palo largo y segundo en su cuenta particular.

Ante esto, La Romareda estallaba en contra de Ortiz Arias ya que el robo sobre Eguaras podía haber sido falta. No obstante, el partido iba a continuar sin antes haber sido revisada dicha acción en el VAR. El Real Zaragoza, pese a las circunstancias, sacaba garras y fuerza de donde podía. A la media hora llegaba el primer remate entre los tres palos. Obra del de siempre, Luis Suárez. El colombiano quería tirar del carro porque había que empatar antes del descanso. Y no lo podía haber hecho mejor. Carrera a la presión ante un Juan Carlos que estaba muy lento en su área pequeña. Suárez robaba y la pelota se metía directamente en la portería. Recortaba distancias el cuadro local ante una Romareda que empezaba a empujar a los suyos viendo que la remontada era posible.

Ya en la segunda mitad, el Real Zaragoza se mantenía firme en esa idea de que remontar era posible. Bien pronto lo iba a demostrar Puado. Acción bien hilada por Suárez, Soro y Puado. El colombiano le abría a banda al canterano que con una finta y un sprint le ponía un balón raso al recién llegado. Puado, con una delicadeza exquisita y una clase magistral, definía perfectamente de tacón al segundo palo. Golazo en mayúsculas del "11", que en su segundo partido con la blanquilla dejaba esta 'delicatessen'.

No se iba a quedar ahí el cuadro de Víctor Fernández. Habían salido enchufados los zaragocistas tras el paso por vestuarios. A punto estuvo de hacer el tercero Guti. Pared sensacional entre él y Suárez, que casi se cuela entre las piernas del meta. Pocos minutos después, el propio Suárez se disponía a medirse en velocidad con Alcalá. Más de dos metros le sacó al del Girona para acabar definiendo sin fortuna al palo largo.

Más de lo mismo durante el primer cuarto de hora de la segunda mitad. De nuevo Guti quería su gol. Disparo lejano y potente tras un córner que se marchaba alejado del palo. A partir de ese momento, el partido se iba a adormecer con un Girona que daba un pequeño paso adelante. Sin embargo, cuando el Zaragoza quiso cerca estuvo el tercero. Gran carrera de Soro por la izquierda que metía un centro al punto de penalti al que llegaba Puado casi sin aire y tirándose en plancha remató con el pie, sin acierto esta vez.

Mucho protagonismo iba a tener Puado en su segundo partido como zaragocista. En una acción dentro del área, el catalán remataba y el balón impactaba en el brazo de Ramalho. El colegiado, a primera instancia no lo pitó, sin embargo el VAR le llamó para que lo revisará. Ante tanta espera, La Romareda y los jugadores se impacientaban, pero el árbitro lo señalaba. Penalti por mano que se disponía a lanzar Suárez. La relación amor-odio entre el Real Zaragoza y los penaltis, en esta ocasión, iba a decantar la balanza hacia el amor. Gol del cafetero para que el municipal estallara de júbilo. Festival de alegría ante tal partido y remontada.

Aunque todavía quedaba partido. Ahora el árbitro se iba a consultar el VAR pero por una acción en el otro área. Guitián era el posible infractor de dicho penalti. Y para compensar... penalti a favor del Girona. Ahora iba a ser Stuani, el 'pichichi' de la categoría, el encargado de transformarlo. De nuevo, La Romareda entera se llevaba un varapalo muy duro.

Ya entrados en un corto descuento de cuatro minutos, poco más pudo hacer el Real Zaragoza. Al final, empate con muchos goles en una noche de contrastes emocionales para los presentes en La Romareda.