Un león... blanquivioleta
La polémica derrota (1-0) del Real Valladolid en el Estadio Wanda Metropolitano ha sido un golpe duro para el equipo de Sergio González. En cuestión moral y, sobre todo, clasificatoriamente. Regresar de Madrid sin puntos hizo que el equipo volviese a la zona de descenso, por lo que lo de este domingo es una "nueva final sin trofeo", como dijo Joaquín Fernández, para los blanquivioleta.
La situación para el equipo local es muy similar a la de hace sólo dos jornadas, cuando el Nuevo Estadio José Zorrilla recibió al Girona FC. Sólo vale ganar. La necesidad es la misma, la exigencia idéntica y la preparación, milimétricamente repetida. Sergio González ha mantenido el mismo discurso de aquella ocasión y el entorno prepara la misma actividad para antes y durante el partido.
La afición del Real Valladolid volverá a tener un peso determinante en la previa y durante el propio partido
Si en la importante victoria (1-0) ante el equipo catalán tuvo en la afición a un sector importante, en esta ocasión se busca lo mismo. Se esperará al equipo, se empujará a los jugadores y Zorrilla presentará un aspecto casi inmejorable. La ocasión merece la mejor versión de cada uno y el equipo tiene claro que la afición lo dará.
El apoyo de la afición será incondicional porque el Real Valladolid sabe que la comunión es determinante. Nadie duda del equipo y el punto de las críticas no está en él pese a la situación clasificatoria.
La realidad de la crispación vallisoletana radica en los árbitros. Pese a que desde el Club sólo salen buenas palabras, como así ratifica Sergio, la mirada está puesta en ellos y Antonio Miguel Mateu Lahoz será examinado con lupa este domingo.
Un león... pucelano
Todo en un partido trascendental para el Real Valladolid y muy importante para su rival, el Athletic Club. Los de Gaizka Garitano buscan llegar a zona europea a final de temporada y deben conseguir la victoria ante un Pucela que esconderá sus cartas hasta el último minuto. Sergio González ha citado a 20 jugadores y deberá hacer dos descartes antes de un duelo en el que se debe demostrar quién se juega la vida.
El ambiente será de gala, la necesidad, total y la fuerza, local. En el juego y en la muestra de ambición el león debe ser blanquivioleta y no rojiblanco. La propuesta debe ser local y los puntos, no salir de Zorrilla. No hay otro objetivo posible en la previa al duelo más importante de la temporada.
