¡Que el ritmo no pare!

El empate (3-3) en Vigo sentó muy bien al Real Valladolid. Le dio confianza y seguridad en muchas de las facetas que necesitaba. El equipo comenzó a ver que el camino marcado tenía un sentido y, ante el Levante UD, consiguió darle forma a todo ese trabajo con una importante victoria (2-1).

Ha sido una 'semana grande' en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Salvo por la lesión de Óscar Plano, todo han sido grandes noticias en el seno pucelano. Por ello, y ante la visita al importante Estadio de la Cerámica, Sergio González y los suyos se centran sólo en seguir con la buena dinámica y ampliar las buenas sensaciones de los últimos días.

El Real Valladolid está en una clara progresión y el duelo ante el Villarreal CF puede ser un golpe contundente sobre la mesa, pero, jamás, un encuentro de exigencia, agobio y ansiedad. El Pucela está liberado. Se ha alejado de la zona de descenso y llega al partido en el feudo castellonense con la seguridad de que el grupo está por encima de todo.

En esa exigencia de confirmar que el equipo es lo más importante, marcado por Sergio en repetidas ocasiones, esta semana el Real Valladolid tiene la imperiosa necesidad de superar las importantes bajas de la citación. A la ya mencionada de Óscar Plano hay que sumar la ausencia de Enes Ünal por el contrato de cesión y las ya conocidas lesiones de Joaquín Fernández, Daniele Verde y Luismi Sánchez.

Sin grandes variantes en el banquillo, el Pucela puede no rotar tanto como pudo parecer en su momento. El estado mental es prioritario y Sergio quiere dar continuad a la confianza del equipo. El míster cree en los jugadores y estos en lo que él propone. Es cuestión de seguir por el camino marcado, aprovechar las dinámicas creadas, potenciar las mejoras del equipo y contrarrestar las posibles limitaciones por una citación muy mermada.

Las dudas del rival

Si el Real Valladolid conseguía espantar ciertas dudas en la victoria (2-1) ante el Levante, el Villarreal no fue menos en la jornada intersemanal. El equipo de Javi Calleja sumó una importante victoria (0-3) en el Nuevo Estadio de San Mamés. Los amarillos se impusieron en Bilbao para dar un golpe sobre la mesa y eliminar los miedos tras sumar sólo cinco puntos en las primeras cinco jornadas.

Es imponente victoria puede espolear a un Villarreal CF que está diseñado, trabajado y marcado para tener una ambición mayor. Se busca que el equipo esté en los puestos altos de la clasificación y, para ello, debe hacerse fuerte en un feudo de pocos recuerdos positivos para el Pucela.

En esta ocasión, y bajo el arbitraje de Ignacio Iglesias Villanueva y el apoyo de Ricardo de Burgos Bengoetxea desde el VAR, el Pucela buscará seguir bailando sobre el ritmo alto que se ha marcado en la última semana, aquélla que ha abierto una nueva vía para el mundo blanquivioleta.