Terrible fallo en Reus

Llegaba la gran oportunidad del Real Valladolid en esta temporada. La de Reus era la opción ansiada por el entorno blanquivioleta. El equipo de Paco Herrera llegaba a tierras catalanas para disputar "el partido soñado". Independientemente de lo que ocurriera en el duelo de la Sociedad Deportiva Huesca, el Pucela dependía de su partido para llegar a conseguir el sueño de play off esta jornada o, como poco, para dejar encarrilado ese soñado objetivo de cara a la última jornada ante el Cádiz CF.

 
Para esta cita, Isaac Becerra defendería la portería.  Junto a él, y en línea defensiva, Javi Moyano, Álex Pérez, Igor Lichnovsky y Luciano Balbi. En el centro del campo, continuarían tres jugadores fijos para el cuerpo técnico como André Leão, Joan Jordán y Michel Herrero. Mientras tanto, en la zona ofensiva seguía la tripleta ofensiva de moda en el mundo blanquivioleta. Raúl de Tomás, Jose Arnáiz y Cristian Espinoza formaban en la zona más adelantada en un equipo estable y que repetía el once titular por quinta jornada consecutiva.
Pese a la estabilidad otorgada por el entrenador, el Real Valladolid mostró su peor cara, aquélla sin fuerza, sin convencimiento ni liderazgo. El Pucela, lastrado por dos goles casi seguidos, no conseguiría mostrar nunca ese gen de fuerza y confianza que se le debe pedir a un equipo que tiene sobre su mano poder disputar el play off de ascenso. Triste pero merecidamente, los pucelanos no estuvieron al nivel esperado en el debut en Reus, un estadio que quedará marcada como aquél en el que el Pucela perdió una oportunidad de oro.

Fatídicos dos minutos

Tras un dubitativo inicio del equipo visitante, el partido llegaba en el cuarto de hora al estado que quería el Real Valladolid. Un encuentro dominado en el esférico por los de Paco Herrera que parecía no tener grandes dificultades. Todo parecía controlado. El Reus Deportiu no apretaba en exceso pero se encontraba con una buena oportunidad en la frontal que Vítor Silva no desaprovechaba. El portugués retaba a Isaac Becerra y superaba a la barrera a los 20 minutos desde un magistral libre directo. Su brillante golpeo de balón se alojaba en la portería blanquivioleta y rompía todos los planes y planteamientos pucelanos.
El partido cambiaba y variaba en unas condiciones que el equipo pucelano no quería. El partido se complicaba y se rompería, definitivamante, dos minutos después. Con la ventaja, Alberto Benito se atrevería con un disparo frontal muy lejano. Su golpeo, perfecto en la ejecución, se colaba por la escuadra y saltaban por los aires las opciones pucelanas. El partido variaba tanto de la idea inicial que el Pucela vivía momentos de incertidumbre antes del descanso. El Real Valladolid estaba noqueado en el césped y el Reus Deportiu cerca estuvo de ajusticiarlo. Fran Carbiá se encontraba con el palo en los momentos más duros de la temporada del equipo blanquivioleta.
Los de Paco Herrera, en el partido soñado, en el momento en el que no podía fallar, se encontraron con dos goles del Reus Deportiu al que no supieron hacer frente. Los tantos fueron tan bonitos como inesperados y los blanquivioleta no supieron hacerles frente. La idea inicial quedaba rota y los pucelanos parecían no tener un plan B. La pizarra y la motivación de Paco Herrera tendría que ser determinante en el descanso. El pacense debía cambiar el partido. En el descanso, el Pucela estaba fuera de la zona de play off.

Insuficiente paso al frente

Ese paso por el vestuario parecía sentar bien al Real Valladolid. Tras la última media hora de juego del Pucela, a los visitantes les tocaba adelantar las líneas y buscar el gol. El cambio de idea se mostraba en el terreno de juego y en las ocasiones pero no en el acierto. Los de Paco Herrera parecian bloqueados de cara a la portería de Édgar Badía. El cancerbero local, que lucha por ser Zamora de la categoría, no había encajado en toda la temporada tres goles. La remontada parecía complicada y la sensación de que el Real Valladolid perdía una gran oportunidad en el momento clave de la temporada comenzaba a adueñarse de la situación y de los aficionados desplazados hasta Reus. 

Cada minuto sentaba peor al Real Valladolid. El equipo se veía roto y con poco fuerza para darle la vuelta al marcador. El Reus Deportiu, el equipo menos goleado de la categoría, demostraba por qué tiene los registros que tiene. Con el marcador a favor, el equipo de Natxo González supo dormir el partido y conseguir que los minutos transcurrieran como un tormento para un Paco Herrera que veía, desde el banquillo, la oportunidad perdida por el equipo blanquivioleta, una opción que saca al Real Valladolid de la zona de play off pero que no cierra las opciones para la última jornada.
Ahora todo queda pendiente para la última jornada y lo hace después de una nefasta primera parte blanquivioleta y una total impotencia en los segundos 45 minutos que pueden salir muy caras al Pucela porque, ahora, el Real Valladolid deberá ganar al Cádiz CF y esperar que la Sociedad Deportiva Huesca no lo haga en casa del Levante UD. Unas cuentas que darán muchas vueltas esta semana en el Nuevo Estadio José Zorrilla porque el Pucela ya no depende sólo de su partido.