El Promesas lo borda

Por si no había sido suficiente con lo demostrado en los últimos encuentros, el Real Valladolid Promesas lo volvió a hacer. Quizás en su mejor partido de la temporada, derrotó por 2-0 con todo merecimiento a una desdibujada SD Ponferradina que en ningún momento fue rival para el conjunto vallisoletano. Ni siquiera con un jugador menos los de Rubén Albés bajaron el pistón y sumaron tres nuevos puntos para agrandar su colosal dinámica.

 
El buen momento de los locales se notaba desde los primeros compases. Bien plantados en el campo y con el hambre y las ganas habituales, intimidaban a un rival poco acostumbrado a este tipo de escenarios en los últimos años, aunque solo su portero Dinu Moldovan repitiera titularidad respecto a la temporada pasada en Segunda División.
El dominio pucelano pronto tendría reflejo en lo que a ocasiones se refiere. Un buen pase para Iván Martín lo mandaba fuera, junto al palo, el delantero sevillano con un disparo cruzado. Respondía rápidamente la Deportiva, tras un fallo de Dani Hernández, que provocaba un centro que terminaba con cabezazo peligroso de Héctor Figueroa, el cual no entraba por muy poco.

Claro color local 

Pero era el Promesas era el auténtico amo y señor del partido. Bajo la dirección de un gran Anuar Tuhami, una y otra vez ponían en complicaciones a la zaga berciana con jugadas vertiginosas a las que solo les faltaba el último remate. En una de ellas, Higinio Marín servía el balón en bandeja a David Mayoral, que erraba a la media vuelta, enviando la pelota demasiado alta.
La Ponfe no salía de su área y sufría. Solo acertaba a cortar el juego con continuas faltas que no conseguían su propósito. El filial seguía siendo mejor y los nervios afloraban en el conjunto visitante. De hecho, su entrenador, Pedro Munitis, era expulsado en el tiempo de descanso, después de haber sido advertido previamente.

Mayoral otra vez

Todo se agitaba aún más en el inicio de la segunda mitad. Higinio, lesionado, se veía obligado a abandonar el campo a las primeras de cambio tras una dura entrada. Pero los vallisoletanos no lo acusaban y, poco después, inauguraban el marcador gracias a la magia de Mayoral. El futbolista se hacía con la pelota desde tres cuartos de campo y, tras una espléndida arrancada, encontraba hueco entre los centrales y definía ante Moldovan con enorme calidad.  Todo se ponía de cara para los locales, que, sin embargo, iban a sufrir un contratiempo importante. Iván Martín veía una segunda amarilla muy rigurosa y se marchaba expulsado dejando a su equipo con diez. Pero esto encorajinaba aún más al Pucela y Mayoral volvía a aparecer. Una internada suya por la derecha con pase de la muerte servía para que Santy Samanes empujara a la red el segundo tanto.

Sin agobios

Ante el cariz que tomaba el duelo, Munitis decidía entonces retirar a sus jugadores amonestados e intentaba agitar el partido buscando el revulsivo en Andy Rodríguez y Rayco García, pero ni rastro en ataque. Los bercianos pasaban a tener la pelota, aunque sin rondar la puerta de Dani Hernández, completando su peor choque desde que el entrenador cántabro llegara al banquillo blanquiazul.
De ahí al final, el Promesas sabía administrar la renta y, sin despeinarse, se llevaba un merecido triunfo para prolongar una racha que le ha hecho sumar 22 de los últimos 24 puntos en juego, antes de abordar el más difícil todavía en el Estadio Reino de León frente a una intratable Cultural Leonesa, líder destacado, en una duelo que promete emociones fuertes.