¡Sin excusas!

El Real Valladolid no encuentra la estabilidad. Es irregular. Es capaz de ofrecer una pobre imagen en el empate (0-0) ante la Unión Deportiva Almería pero dar la cara con un gran juego en la reciente derrota (1-3) ante la Real Sociedad sólo cuatro días después. Paco Herrera aún no ha encontrado el equilibrio y en la visita al Iberostar Estadi buscará un nuevo partido en el que los pucelanos puedan regresar a ese nivel de exigencia que se ha perdido desde la victoria (2-0) ante el Sevilla Atlético.

 
Tras aquel magnífico encuentro los vallisoletanos sólo han sumado un punto de nueve. Un bagaje muy pequeño y, a su vez, triste por las formas en las que se ha firmado. La situación pucelana no es buena y exige de medidas inmediatas. Ya no hay excusas posibles. No se puede dejar para más adelante la mejora de un proyecto que no encuentra su lugar o que de haberlo hecho, no contenta a nadie. Desde el decimocuarto puesto tras 16 jornadas, al Real Valladolid se le debe exigir más y lo notará en una ciudad que vive una situación muy similar a la suya. Ésta no es negativa porque estén igualados en la clasificación, que lo están, sino porque el estado de su proyecto en las últimas temporadas no varía.
El Real Club Deportivo Mallorca de Fernando Vázquez, exentrenador blanquivioleta, se salvaba la pasada campaña en el último partido de la temporada. Ese duelo, curiosamente, en el Nuevo Estadio José Zorrilla mostraba las carencias de un equipo que no ha mejorado en exceso sus prestaciones. En una situación idéntica a la blanquivioleta, los bermellones son ligeramente superiores para este encuentro, el antepenúltimo liguero del año 2016, por el pobre bagaje blanquivioleta lejos de Pucela. Los datos de Herrera, con 5 puntos de 24 posibles, son similares a los mallorquines pero, en esta ocasión, con su visión de local, el Real Valladolid no afrontará el partido con un cartel positivo para sus interés.

Vuelta a la normalidad

Para dar un nuevo golpe en la mesa, Paco Herrera vuelve al camino liguero. Si ante la Unión Deportiva Almería se cambiaba el sistema y ante el Real Sociedad se daba la vuelta íntegra a los protagonistas, en la visita a tierras mallorquinas el Real Valladolid parece tener claro su vuelta a los orígenes. Dejando fuera de la citación a Guzmán Casaseca e Ibán Salvador, pero contando a Jose Arnáiz, tras las molestias físicas del canterano durante toda la semana, la alineación pucelana será muy similar a la que puedan formar Isaac Becerra; Javi Moyano, Igor Lichnovsky, Alberto Guitián, Luciano Balbi; André Leão, Joan Jordán, Alex López, Míchel Herrero; José Arnáiz y Raúl de Tomás.
Un posible once que ofrece todas las garantías técnicas posibles y buscadas por el cuerpo técnico pero que ha generado grandes dudas en el entorno blanquivioleta. La mala racha y, sobre todo, el buen hacer del segundo sector del equipo en el último duelo copero, deja la visita pucelana a un estadio nada positivo para la historia, pero en el que se ha ganado en las dos últimas visitas, como un objetivo tan complejo como necesario y exigido a partes iguales.

Miedo y sueños

Sin excusas posibles, con un nivel de exigencia muy alto y con el arbitraje de Víctor Areces Franco, el Real Valladolid intentará asaltar la zona media de la clasificación en un primer paso para cambiar su situación. Con opciones de rozar la zona de descenso a Segunda División B pero, también, con la oportunidad de tocar con la punta de los dedos la zona de playoff, Paco Herrera y los suyos se conciencian para un duelo que puede ser definitivo para su futuro, como aseguraba Sergio Marcos. Una ambición o un miedo tanto a corto como a medio plazo.