Una prueba de nivel para medir el buen momento del Oviedo

Con la firme intención de seguir sumando en positivo, el Real Oviedo regresa al Carlos Tartiere para recibir la visita del Girona FC. Para la ocasión, Ziganda alineará a un once muy similar al que sacó en Can Misses ante el UD Ibiza, aunque para este partido cuenta con una duda importante.

La irrupción de Borja Bastón en el once, que lleva dos goles en tres titularidades, y el buen estado de forma de Samu Obeng, que llegó a ser Pichichi de la categoría tras haber marcado tres en cuatro jornadas, han sido claves en la decisión de Ziganda de apostar por el 4-4-2 en las últimas semanas.

Con Joan Femenías y la misma defensa compuesta por Lucas, Dani Calvo, David Costas y Pierre Cornud, la duda en el esquema, en el que solo causa baja por lesión un Sangalli que ya se ha perdidos dos encuentros, está en la medular: Luismi, con una sobrecarga es duda, y Brugman es el mejor colocado para sustituir al gaditano y acompañar a Jimmy si finalmente el cuerpo técnico no le ve para salir de inicio.

No se aventuran más cambios en un equipo titular al que el navarro está dando cierta continuidad, aunque Pombo podría tener sus primeros minutos en liga en la segunda mitad y hombres como Jirka y Joni Montiel cada vez ganan más peso en la libreta del técnico oviedista.

Por su parte, el Girona saltará al césped del Tartiere con la necesidad de romper la triste racha lejos de Montilivi, donde no ha conseguido ni un solo punto tras caer en Ponferrada y Málaga en sus dos salidas.

El regreso al once del Cristhian Stuani podría ser la gran novedad de un once al que también podrían volver Samu Sáiz o Álex Baena, tras ser suplentes de Valery Fernández y Óscar Ureña ante el Valladolid. Míchel, según dijo en la previa, tampoco descarta, tarde o temprano, una defensa con cinco hombres y dar entrada a Santi Bueno. El lateral David Juncà, lesionado, y el delantero Pablo Moreno, por decisión técnica, son las dos únicas bajas en el equipo gerundés.