Invierno de 2014

El PSG sigue muy lejos del nivel competitivo del Real Madrid. Sus veteranos -Dani Alves y Motta- no aportan la energía ni el entusiasmo necesarios como para convertirse de verdad en un equipo emergente en Europa.

Viendo al PSG en la Liga francesa, se esperaba más de un colectivo que se pasea todos los fines de semana. Son como una especie de Globetrotters, que dan partidos de exhibición.
Sin embargo, en la Liga de Campeones el Real Madrid le pintó la cara en la ida y en la vuelta.
Marco Asensio simboliza todo lo que un club grande sueña. Calidad y determinación. En el 0-1 robó un balón en pleno despiste de Alves, cuyo rendimiento está muy lejos del gran jugador que en su día causaba admiración en el vestuario del Madrid y que coleccionó títulos en el FC Barcelona.
Asensio convirtió la banda de Alves en una autopista. Marcelo le echó una mano pero el balear no necesitó ayuda esta noche.
Era una noche estratégica para el Madrid. En el partido del año, Bale dejaba de ser intocable. Asensio y Lucas Vázquez lo bordaron. Y Zidane envío un mensaje a la dirección deportiva del PSG. Hay que afinar con los fichajes. Especialmente cuando tu cuenta corriente es saneada.
El Madrid, una noche de invierno del 2014, fichó a Asensio por 3,9 millones de euros. Alves cobra una fortuna en salario. La plantilla del PSG necesita una vuelta de despacho.
Hoy, ni su afición supo leer el partido. Cada vez que el PSG parecía entrar en ebullición, uno de los fondos sacaba bengalas y paraba el ritmo de juego de los suyos.
Asensio va ganando fuste. En el Madrid y en la selección. En un hipotético España - Brasil, en el Mundial, Lopetegui ya sabe que Asensio es muy superior y parte con ventaja.