Joan Laporta asalta el City, el Barça puede pagar la totalidad de la cláusula, Pep Guardiola pierde el mano a mano

El Barça no se olvida tan fácilmente de Bernardo Silva, y todavía tienen en mente su fichaje de cara al próximo verano. Aunque en las dos últimas ediciones del mercado estival ha sido imposible sacarlo del Manchester City, Xavi Hernández aún confía en que la historia tenga un final feliz, y de este modo poder tener al genio portugués en su disciplina, pues considera que es un jugador diferencial, y que tendría un papel fundamental en las alineaciones.

Joan Laporta hizo todo lo que estaba en su mano para poder llevarse el gato al agua, pero todos los intentos fueron estériles, y no pudieron quitárselo a Pep Guardiola, que ordenó a la directiva que se negara a negociar por un crack que es intocable en el once inicial, y que fue uno de los responsables de la conquista de la Champions League el pasado año. Además, ya habían perdido a Ilkay Gündogan, que llegó al Camp Nou con la carta de libertad, y poco después le siguió Joao Cancelo, a modo de préstamo.

De modo que no querían seguir haciendo favores a los azulgranas, tras las marchas también de Ferran Torres, de Eric García y de Sergio ‘el Kun’ Agüero en el pasado. Y lograron su objetivo, pues los ingleses no solo retuvieron al exfutbolista del Mónaco y del Benfica, sino que llegaron a un acuerdo para que ampliara su contrato. Bayern de Múnich, Paris Saint-Germain e incluso Real Madrid le tantearon, pero decidió quedarse en el Etihad Stadium.

Aunque, eso sí, su vínculo tiene trampa. Pese a ser uno de los mejor pagados del vestuario, con una ficha que ronda los 18 ‘kilos’ netos al año, Bernardo ordenó a su agente que lograr incluir una cláusula de rescisión, que se activará a partir del próximo mes de julio, y que le permitirá cambiar de aires por una cifra razonable, cercana a los 60 millones de euros. Es decir, que el Barça aún tiene opciones de firmarlo, como ha apuntado el sitio web de ‘One Football’.

Y Xavi sigue empeñado en la compra de Silva, así que se mantiene como un objetivo prioritario en la agenda de Laporta y de Deco.