El Leganés derriba a última hora el muro de Soriano

Una gran actuación de Juan Soriano, en el que atendiendo a las rotaciones de Pellicer pudo ser su último partido con la camiseta del Málaga CF, no fue suficiente para que el equipo de Sergio Pellicer rascara un punto que tenía en el zurrón en el minuto 88. Un fallo en cadena de la zaga fue remachado en el área pequeña por Rober Ibáñez, que acabó sentenciando un choque malo de verdad entre un equipo, el Leganés, al que la victoria le urgía para amarrar el play off y otro, el Málaga, que pide a gritos vacaciones. Se ve en los jugadores, sin chispa ni gasolina. Sí ganas, como siempre, las que le llevaron a plantarse en Leganés y armar una aceptable primera parte. En la segunda, los de Garitano apretaron hasta que echaron abajo el muro de Soriano para llevarse la victoria (1-0).

Por la puesta en escena de ambos equipos pareció que el que de verdad se jugaba algo era el Málaga. De hecho, en el primer minuto gestó la que fue su única -y gran- ocasión del choque. Yanis se coló por la banda izquierda y su pase atrás lo remató con el interior Jozabed buscando el palo más cercano. No anduvo lejos el centrocampista, pero se quedó con el molde. Fueron minutos, alrededor de 15, en los que el Málaga fue más intenso. Mejor equipo, en resumen. Pero se le acabó el fuelle pronto, demasiado pronto. La cuesta final ha llegado demasiado empinada al equipo que, no obstante, supo fortificar su zaga y evitar que el Leganés se acercara. Nada de nada de los madrileños.

El comienzo de la segunda parte se pareció al de la primera simple y llanamente porque el Málaga provocó la primera aproximación de gol. La culminó de manera muy mejorable Alexander, chutando muy desviado después de una buena combinación con Scepovic. Ahí se acabó el Málaga, que fue poco a poco metiéndose en su cueva fruto de la insistencia del Leganés. En el 54' llegó el primer 'milagro' de Soriano, haciéndose grande y leyendo bien el remate en el mano a mano de Miguel. Reflejos puros, también inteligencia a la hora de prever el remate al palo corto.

Diez minutos después Soriano se mejoró a sí mismo con una mano felina, tremenda, después de un remate de cabeza potente y a apenas un metro y medio del portero. A pie cambiado sacó la mano zurda lo suficientemente fuerte como para que el balón no cayera muerto a los pies de ningún atacante del Leganés. Pasaron los minutos -Loren, que fue uno de los cambios, jugó más de media hora- sin peligro en un área ni otra pero a dos del final Alexander estuvo blando en una porfía en banda derecha, le recortaron y Rober Ibáñez se anticipó a todo el mundo para embocar, dar el triunfo y también el play off al Leganés. El Málaga, que compitió hasta donde pudo y supo, se quedó sin puntuar y sólo le queda la despedida de la próxima semana ante el Castellón.