El Málaga, de una maldición a otra

El Málaga CF apunta hacia el final del 2020 con un último objetivo en la mente: el Logroñés. Con el cuadro riojano se pone el broche al año natural, que ha traído absolutamente de todo en Martiricos tanto a nivel deportivo como institucional. Un año de cambios que sigue arrojando más claros que oscuros. El peso de la balanza ha cambiado de lado y eso se nota en el verde. El transitar por LaLiga SmartBank le sitúa de momento en una posición intermedia, con la mitad de las piedras de las que habla Pellicer fuera de la mochila. En Copa, después de un lustro, se rompió el maleficio y al fin se logró superar una ronda. En Coruxo se cambió el paso, pero es que el Málaga no ha hecho sino dejar una maldición atrás para encontrarse de frente con otra: la del último partido del año.

Hace cinco años que el Málaga no se va de parón navideño con una victoria en el zurrón. Hay que remontarse al 30 de diciembre de 2015 cuando un solitario gol de Duda en casa del Levante certificó la última alegría de aquel año. La misma llegó, justamente, días después de uno de los varapalos coperos de temporadas anteriores ante el Mirandés. Desde entonces, ni un triunfo para despedir el año. Al 2016 se le dijo adiós con una derrota dolorosa, también en Copa, ante un Córdoba que asaltó La Rosaleda y que además tuvo consecuencias más que importantes. Dos días después, por Twitter, Al-Thani anunciaba que Juande Ramos había presentado su dimisión como técnico blanquiazul.

Después, en la temporada que terminó con el descenso de categoría, el Málaga terminó 2017 con una derrota por la mínima (gol de Munir) en Mendizorroza. La racha no cambió, aunque al menos se logró puntuar, en la 2018-19 cuando el Málaga aún dirigido por Juan Ramón López Muñiz rascó un empate sin goles en su visita al Oviedo. Así hasta llegar al pasado curso, cuando en el minuto 102 del Málaga-Lugo Pita, con un magistral lanzamiento de falta, silenció La Rosaleda logrando el 1-1 y mandando al malaguismo a la Navidad con un mal sabor de boca. Tras acabar con el maleficio de la Copa, toca hacer lo mismo con el del último partido del año.