Falta de contundencia y desconexiones defensivas, así se desangra el Levante

La derrota del Levante ante el SD Huesca fue todo un retrato de la lacra que azota al conjunto granota en algunos partidos que ha evidenciado no estar a su nivel. Las dos acciones en las que el rival oscense, que demostró una gran efectividad por medio de Rafa Mir, estuvieron marcadas por errores defensivos por falta de concentración o bien por falta de intensidad, algo que ya ocurrió sin ir más lejos la última jornada de LaLiga Santander ante el Betis en el Villamarín. Los granotas estuvieron muy lejos de su mejor nivel y el Huesca supo aprovechar a la perfección la ventaja que el Levante concedió, primero con un error importante en la marca tras un centro lateral y posteriormente, en una acción de contragolpe en la que Rafa Mir puso la guinda pero en la que los levantinistas pecaron de falta de oficio y, pese a poder hacerlo, no pararon una acción que comenzó en el campo rival.

Todo ello, se agrava teniendo en cuenta los precedentes más inmediatos. Tras la derrota en el Villamarín hace un par de semanas, Paco López puso el grito en el cielo al denunciar la falta de contundencia defensiva de su equipo, la cual, permitió a jugadores de gran calidad como Fekir, pasearse por el área granota hasta marcar gol.

Situaciones que se han repetido cíclicamente a lo largo del curso y que cuestan puntos importantes a un Levante, que está muy cerca de conseguir su objetivo prioritario de la temporada, la salvación.

Clara muestra de situaciones como la ocurrida este viernes son otros duelos en los que el Levante mordió el polvo en el renovado Ciutat de València o perdió puntos que prácticamente ya estaban en el zurrón granota. Son ejemplos la derrota por 0-1 ante el Osasuna en la que el Levante claudicó tras una contra culminada por Budimir o el empate 'in extremis' del Granada después de una jugada en la que el Levante perdió el balón en varias ocasiones y se dejó rematar en el interior del área por Soldado. En aquella ocasión, Paco López lamentó también lamentó la falta de contundencia de los suyos a la hora de detener una jugada que nunca debió de darse.